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Diario YA


 

MI OPINIÓN

Opel:... y, ahora, los chinos

Wenceslao Pérez Gómez. Más que una operación económica y financiera, parece un culebrón. Se trata de la marca de automóviles alemana Opel.

Como recordarán nuestros lectores, el gigante estadounidense del automóvil, General Motors, ante la difícil situación económica por la que está pasando, decidió “soltar lastre”, esto es, deshacerse de algunas marcas que últimamente no alcanzaban los objetivos fijados. Así, la primera marca que salió a la venta, fue la alemana Opel, a la que han seguido Hummer y, hace pocos días, la sueca Saab.

Todos los de Opel se las prometieron muy felices, porque el consorcio canadiense-austriaco, fabricante de componentes, Magna, se había hecho con el control de Opel. Y recordamos también, que aquí, el ministro español de Industria, Miguel Sebastián, “sufrió” un ataque de euforia al conocer la noticia y afirmó que los puestos de la factoría española de Opel, situada en la localidad zaragozana de Figueruelas, con la adquisición hecha por Magna, “estaban asegurados”, aunque ya no lo están tanto, tras la visita de los directivos de Magna a esa factoría, algo que comentábamos la semana pasada.

Pues, ahora, viene el culebrón, porque el fabricante chino de automóviles Beijing Automotive Industry Corporation, BAIC, el pasado viernes ha presentado una oferta indicativa y no vinculante por Opel, que pretende convertirla en firme a mediados de este mes de julio, entrando en la puja por la marca alemana, desafiando a la canadiense Magna y a la sociedad belga RHJ International. Al mismo tiempo, la italiana Fiat, que inicialmente mostró su interés por Opel, ha aclarado que su oferta primera era también la definitiva.

Todo esto da a entender que Opel, no es ahora mismo una marca que tenga su futuro asegurado, ya que el Ministerio de Economía de Alemania, ha advertido a los interesados en entrar en el capital de Opel, que sus planes de negocio deben cumplir la normativa comunitaria sobre ayudas de estado, puesto que Berlín espera una investigación en profundidad de Bruselas, al respecto.

Por otro lado, el viceministro alemán de Economía, Jochen Hommann, ha hecho una declaraciones escépticas sobre el concepto que Magna maneja para Opel, ya que las teorías en las que se basa, podrían ser rebatidas. Precisamente, estas declaraciones se han hecho después de conocer que en las negociaciones entre Magna y General Motors se ha producido un enfriamiento.

Ante estas informaciones, no podemos por menos qué preguntarnos ¿a que están jugando General Motors, Magna y el Gobierno Alemán?. Y mientras tanto, el futuro de miles de trabajadores de Opel en Europa está en el aire y sin saber a que atenerse.

  

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