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España vence a China en la prórroga (75-85)

Redacción Madrid. 12 de agosto

La peor versión de la España de Aíto derrotó a la anfitriona China, por 75-85, en la segunda jornada del torneo olímpico de baloncesto de los Juegos de Pekín, disputado en el Gimnasio Olímpico de Baloncesto, después de una prórroga (72-72) forzada por un robo de balón del escolta del DKV Joventut Ricky Rubio, el alma de la remontada, junto a su compañero Rudy Fernández, y el pívot de los Lakers, Pau Gasol, en el último cuarto, que comenzó con una desventaja de 14 puntos para los de García Reneses y, sobre todo, una sensación de frustración.

Con este agónico triunfo, España acumula ya dos victorias y tiene ya casi aseurada una plaza en la siguiente fase, antes de enfrentarse, el próximo jueves (9.00, hora local, 3 de la madrugada en España), a Alemania, que logró su plaza en el último instante y fue apabullada hoy por Grecia, que le ganó por 87-64.

Fue el partido malo del torneo. La pelota que parece una pastilla de jabón en las manos. Calderón que se queda inconsciente en el suelo. Jiménez que también cae abatido en el mismo punto. España ofreció la peor de sus versiones contra la anfitriona en una primera parte en la que cada ataque era un suplicio.

El balón no llegaba a Pau Gasol, tampoco a su hermano Marc. Sólo Rudy Fernández ponía algo de desparpajo y acierto desde el perímetro. Hasta que eso sucedió España empezaba a mirar con cierta holgura (11-17, con dos triples y un robo del escolta verdinegro) a China, que ya no es poca cosa, pues en poco se parece a la que derrotó -76-78, la única vez en trece enfrentamientos- en el Mundial de Hamilton (Canadá) en 1994.

Rudy se fue el banco y España sufrió un apagón en ataque. Fue de esos días en los que aro se achica. Después de su derrota contra la enésima versión del 'Dream Team', China se jugaba gran parte de su crédito en el torneo. España también y fue un manojo de nervios ante la defensa zonal asiática.

Ya lo dijo tras el triunfo contra Grecia, la subcampeona del mundo, Ricky Rubio. Primero pensamos en China y después en el siguiente partido. Y China es Yao Ming, pero es más que eso. Es también Wei Liu, el capitán, y Fangyu Zhu, que hicieron un roto en el esquema defensivo español desde la línea de 6,25. Entre los dos 5 triples en ocho intentos, lo suficiente para que la alarma se enciendera en el banquillo español (44-33) cuando el equipo de Jonas Kazlauskas alcanzó once puntos de ventaja. La peor noticia era que Yao Ming sólo había anotado ocho puntos, y su técnico había gestionado con inteligencia sus minutos sobre el parqué.

Aíto buscó a Gasol en el inicio de la segunda parte, en el que la diferencia se iba alargando (52-37) hasta un extremo inimaginable por los problemas para atacar la zona china y los triples que no cesaban de caer sobre la canasta española. El balón se le seguía escurriendo a los jugadores españoles, traslación de sus nervios porque la reacción no llegaba, incluso no seguía las órdenes de un malabarista como Ricky Rubio. Ni siquiera el rebote era propiedad de España contra China, antes el equipo de los bajitos y hoy que parecían gigantes en defensa, anotaban desde todos los rincones e incluso se llevaban casi todos los rechaces.

Ni siquiera hubo dos acciones seguidas buenas por parte de España, que llegó a rebajar la desventaja hasta los diez puntos (57-47) antes de ver cómo se le acumulaban los problemas al término del tercer cuarto (61-47). Calderón no parecía el que este curso mereció estar en el 'All Star', apenas había noticias de Pau, Marc, el hombre del año de la ACB no podía con Yao Ming y sus compañeros, y Navarro y Garbajosa se desquiciaban en protestas al árbitro. Los que parecían que contaban con más NBA eran los chinos, que también los tienen, ya que además de Ming, también juegan en la mejor liga del mundo Jianlin Yi y Yue Sun, el reciente flamante fichaje de los Lakers de Pau.

Un parcial de 7-20 metió inesperadamente a España (68-67) en la pelea por un triunfo que se antojaba descartado. La defensa, la misma que le ha dado tantos triunfos, la misma que le proclamó campeona del mundo en Japón, cuando ahogó a Grecia y apenas le dejó anotar, fue la clave de la remontada.

Un triple de Navarro igualó el partido (70-70) a dos minutos para el desenlace y Marc hizo lo mismo. 72-72. China tenía la posesión, Ricky provocó la pérdida, se la jugó con un gancho sobre la bocina y la victoria se aplazó. Ésta llegó en la prórroga, a la que China llegó sin prestar casi oposición alguna. Lo había quemado todo en el intento. China es más que Yao, también es el número 9, Yue Shun. 'Lo acaban de fichar los Lakers de Pau. Estos americanos sí que saben. Antes vendían 10 millones de camisetas y ahora van a vender 100 millones', decía Fernando Romay, el tallo largo del Real Madrid, curtido en mil batallas y ahora comentarista de televisión, horas antes de la agónica victoria de España que, con Ricky Rubio, tiene un tesoro.

Etiquetas:baloncestoJJOO