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Diario YA


 

¡A otro con este hueso!, señor Tezanos. ¿España o Pinocholandia?

Miguel Massanet Bosch.
El grado de irresponsabilidad, sectarismo, desvergüenza y cinismo de algunos miembros afines al socialismo en España, está llegando a extremos rayanos con lo que se podría calificar como la gran tomadura de pelo a los ciudadanos españoles, a los que los actuales gobernantes están sometiendo a una presión constante, una tensión que quieren mantener para evitar que las carencias que yacen bajo la apariencia de que dominan la situación, los errores de bulto que están cometiendo en su gestión, lleguen a poner en entredicho su programa de gobierno, si es que, de verdad, en alguna ocasión lo tuvieron. La necesidad de mentir, tergiversar, ocultar datos, engañar, desprestigiar al adversario y encubrir todos aquellos hechos que pudieran perjudicar su imagen ante sus votantes, se ha convertido en un hábito recurrente para estos nuevos ocupantes de la Moncloa, sin que, al parecer, se sientan incómodos ante los continuos reproches que reciben de la oposición, los renuncios a los que se ven obligados a recurrir, cuando no son capaces de dar explicaciones razonables respecto a sus deslices, arbitrariedades, meteduras de pata, ilegalidades y lo que todavía es peor, cuando en sus peripecias políticas se encaraman al filo de la navaja, este peligroso punto en el que ciertas prácticas, determinadas conductas o extrañas concesiones ponen a nuestros actuales gobernantes y personas que los secundan, al borde mismo de la inconstitucionalidad, en particular, cuando se trata de infringir la Constitución o poner en peligro la unidad de la nación española.
Hace apenas unos días, el señor Ábalos, se metió en  un embolado que todavía no ha sido capaz de explicar, aunque ya lleva cinco o seis versiones distintas. Una señora vicepresidenta del grupo del señor Maduro en Venezuela, cuya presencia en Europa estaba vetada por la UE; se presentó inopinadamente en Barajas a bordo de un avión venezolano, tomó tierra, desembarco de la aeronave y pisó territorio español o, lo que es lo mismo, territorio europeo. Sí señores, una de las más fanáticas personas del séquito del señor Maduro, la señora Delcy Rodríguez, tuvo la desvergüenza de poner a España en el dilema de detenerla o, como se hizo de conformidad con los deseos de Marlasca y el propio Ábalos, intentar evitar que el suceso se expandiera, algo que, como siempre sucede  cuando se comete una chapuza tan mal organizada, sólo consiguió que la notica pasara a la primera plana de las portadas de la prensa y de las pantallas de las TV nacionales; con el consiguiente estupor para todas aquellas personas que se enteraron de que España había cometido un acto ilegal, al no cumplir con el mandato europeo que imponía el veto a la señora Rodríguez.
Apenas nos acabamos de reponer de semejante pifia internacional, otra vez el CIS del señor Tezano, vuelve a cometer uno de estos gazapos con los que se intenta dar una impresión equivocada con respeto a la consideración que los españoles tienen de la forma en la que está actuando el nuevo Gobierno de coalición, que ha irrumpido con ruido y alharacas, en un intento de convencer a los más crédulos ciudadanos de nuestro país de que, sus planes de gobierno, sus promesas irrealizables, sus mejoras económicas imposibles y la implantación de un nuevo régimen fiscal completamente incautatorio para el pueblo español; es lo que mejor le conviene a España para afrontar los difíciles tiempos que se vienen anunciando; todo ello en relación a un previsto estancamiento de la economía. Una encuesta que tuvo lugar en los momentos en los que, el actual gobierno, se estaba constituyendo y con antelación a los graves sucesos que siguen ocurriendo en Cataluña, antes de que a los presos de la cárcel de Lledoners (Cataluña) se les permitiera, ante la comisión que intenta descalificar la puesta en funcionamiento del Artº 155 de la Constitución, hacer un mitin en el que demostraron a las claras su falta de arrepentimiento y su intención de seguir adelante con su proyecto ( por el que fueron condenados) de intentar declarar la independencia de Cataluña de la nación española.
Se trataba de aprovechar un momento dulce del contubernio PSOE-Podemos, para hacer una encuesta, antes de que se conocieran la serie de irregularidades cometidas por este mismo Gobierno, desde que tiene las riendas del poder. Para Tezanos, un señor que se olvida que, lo que se requiere de un funcionario que ocupa su cargo es que actúe honradamente, sin chanchullos, sin cambios que puedan desorientar a los ciudadanos y, por supuesto con la equidad que se le supone a un señor que tenga la responsabilidad de reflejar una situación estadística, basándose en el momento en el que se debe dar la información y no sacar a la luz un trabajo que tuvo lugar en un momento propicio para la formación política a la que, para más INRI pertenece el Director del Órgano administrativo que llevó a cabo el trabajo encomendado. Por lo demás es tan burda, tan irreal y tan evidente la manipulación de los datos de la encuesta que, precisamente, por exagerados y evidentemente amañados,  cuando aparecen en un momento en el que, el actual ejecutivo está pasando por una serie de circunstancias que no les favorecen en nada, es cuando, sin el menor rubor, con la evidente intención de favorecer a los partidos gobernantes, se permite publicar un estudio en el que quienes bajan son los partidos de la oposición y quienes salen reforzados ( será preciso tener cara dura) los del Gobierno que no están, ni mucho menos, en el mejor momento de su periplo como gobernantes.
Hete aquí lo último que ha tenido lugar apenas hace 24 horas. El señor Torra, en su línea de político sicótico, enfurecido por haber perdido la condición de parlamentario (lo que, pese a que lo niegue, es condición fundamental para ejercer de Presidente de la Generalitat) volvió a hacer unas declaraciones explosivas, reiterando que en la reunión que tenía con el Presidente del Gobierno se iba a tratar de la consulta al pueblo catalán y de la ruta de Cataluña hacia la independencia. Como no podía ser menos el Gobierno reaccionó y tuvo un gesto de sentido común, en el sentido de que, si no estaba claro quién era el presidente actual de la Generalitat, era mejor esperar a que tuvieran lugar las elecciones, anunciadas por el mismo Torra para tratar, en su caso, con el nuevo presidente que saliera de las urnas.
Esta contestación no sólo enfureció a Torra sino que puso en alerta al señor Junqueras que salió de inmediato a la palestra para decir que esta posposición de la entrevista, que estaba pactada por los negociadores del Gobierno y de ERC, era un incumplimiento flagrante de los acuerdos y que esto ponía en peligro los pactos que permitieron que Sánchez saliera investido. Enviaron al señor Rufían  (por cierto, nadie hubiera reconocido en este acicalado y elegantemente vestido a aquel palurdo, descamisado y malhablado de los primeros tiempos de su aparición en el Parlamento de la nación) con el recado de que o había conversaciones con Torra o, todo el entramado existente de las conversaciones anteriores,  se iba a hacer gárgaras. Y otra vez, en un periodo de apenas 6 horas, el señor Sánchez, se baja de la parra, adopta su apariencia de siervo a las órdenes de su señor y se retracta de su anterior decisión para volver a aceptar la fecha prevista para el encuentro con Torra. ¿Y, el señor Tezanos piensa, que nos vamos a creer que, ante una humillación semejante, después de las reiterativas manifestaciones de los condenados en Lledoners,  de su intención de volver a las andadas en cuanto tengan posibilidad de hacerlo; el pueblo español, aquellos a los que les queda un mínimo de sentido común y patriotismo, van a cambiar el sentido de su voto para favorecer al PSOE y a sus socios forzosos, los señores de Podemos?
Es posible que, durante un tiempo, esta política que parece que el actual gobierno ha emprendido, de darles la culpa a los de la oposición de todo aquello que el  Gobierno hace mal, tenga un éxito relativo; pero todo tiene un tiempo de caducidad, ya hace muchos meses que los que gobiernan, mal por supuesto, a la nación española no son la derecha ni el centro derecha, son las izquierdas y ¡vaya si se nota! No tardarán en aparecer las grietas en la propia estructura del gobierno, que puede que sean motivadas por elementos ajenos a la voluntad de los actuales gobernantes, como la situación internacional; puede que se deban a nuestras relaciones con los EE.UU o puede que empiece a notarse por los efectos de la subida de impuestos o esta pretendida reforma laboral que van a intentan poner en práctica, modificando la que hizo, en su día, el PP y que ha sido, que nadie lo olvide, un éxito que nos ha permitido avanzar en el camino de la recuperación.
Pero el tiempo se encarga de poner cada cosa en su sitio. Los intentos de volver al intervencionismo estatal en la economía, el de imponer condiciones draconianas a los empresarios, aumentarles los impuestos, intentar que tengan que contratar a hombres o mujeres que no sean de su agrado o que no estén capacitados para cumplir con los objetivos de productividad de las empresas, etc. ; no es más que una de las tradicionales, superadas, erróneas y abandonadas teorías que defienden que todos los trabajadores han de ser considerados por igual, sin tener en cuenta sus condiciones personales, su laboriosidad, su efectividad, su preparación o su inteligencia; con la pretensión de que tanto debe ganar el vago como el diligente o el que tiene ideas innovadoras lo mismo que aquel que no se sale de su rutina. Este error de apreciación, este intento de equiparar a los eficientes con los que no lo son siempre ha fracasado y así se han ido hundiendo países como la  URSS, y todas las naciones situadas al otro lado del muro de Berlín, incluida la parte Este de dicha capital.
O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie,  nos encontramos en vísperas de que el presidente del Gobierno de la nación española, se avenga a negociar con unos señores que tienen a su máximo representante en la cárcel, acusado de sedición, de malversación de caudales públicos y desobediencia. En la agenda de esta mesa de reunión figura, como ya nos han anticipado los separatistas de ERC o el mismo señor Torra, el hablar de la ruta de Cataluña hacia la independencia y de que se permita hacer una consulta, como aquella que declaró ilegal el TC, para que los catalanes puedan decidir si quieren seguir permaneciendo en España o si, por el contrario, deciden que lo que quieren es la independencia. Por cierto una de estas señoras independentistas que, de tanto en tanto, son entrevistadas en la radio hoy, en la COPE, ha dejado caer que los que quieren la independencia, son el 80%. Miente como una bellaca porque la última encuesta encargada por la Generalitat de Cataluña, situaba a los partidarios de la independencia en un 42% y a los que no la querían, en un 47%. ¡Menos mentir, señora! Pero qué les vamos a pedir si, en esta nación, parece que el que no miente, no es nadie. Nosotros, emulando al señor Valls (por cierto ¿qué hace este señor mareando la perdiz en Cataluña?) que pide la doble capitalidad Madrid-Barcelona, somos más ambiciosos y, puesto que el gobierno está emperrado en mentir como un descosido, yo propondría que cambiáramos el nombre de España por el más adecuado a las circunstancias, de Pinocholandia.  Me hice novio de la muerte/ la estreché con lazo fuerte/y su amor fue mi Bandera.