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Diario YA


 

quieren crear su historia falseando y eliminando la verdadera historia y destruyendo los restos de ésta

Urartu: Siglo VIII a.C. y los reinos hermanos del norte de Mesopotamia

Daniel Ponce Alegre.Teólogo y Antropólogo.Delegado en Levante de Diplomacia S.XXI. Con la lectura pausada de los Anales Sumerios, incluyendo la lista de sus reyes; así como con el estudio, también pausado, de las Crónicas de la Biblioteca Asiria, que se conservan gracias a los esfuerzos arqueológicos e intelectuales, antropológicos, históricos y lingüísticos, de instituciones que tienen que hacer frente a la destrucción intencionada y meditada de grupos islamistas que como estrategia de Yihad, para el establecimiento del Califato y la Umma, quieren crear su historia falseando y eliminando la verdadera historia y destruyendo los restos de ésta; como digo, mediante el estudio de estos manuscritos y volúmenes podemos conocer hasta dónde llegan, en la historia de los hombres, las relaciones milenarias entre los pueblos, sus orígenes y procedencias étnicas, así como, incluso, de cuál de los hijos de Noé proceden dichas tribus y pueblos.
En un momento de dichas Crónicas se nos habla de los pueblos y reinos norteños, respecto a los ríos Tigris y Éufrates que se encuentran en la Meseta de Mesopotamia, en el actual Irak, y se nos dice que eran pueblos semitas en su mayoría y también jafitas, descendientes del tercer hijo de Noé al igual que todos los pueblos autoctonos de Eurasia, no así los del sur de la Meseta que eran descendientes de Cam.
De estos pueblos del norte: mitanos, escitas y urartios fundamentalmente se nos dice en las crónicas de Sargón, rey de Asiria durante el S.VIII a.C., que eran:
" pueblos con gran facilidad para descender desde sus torres, atacar y posteriormente retirarse a los pasos de montaña desde los que vislumbraban sus fortalezas.
Habían desarrollado en colaboración un conjunto de reinos sofisticado y bien vigilado, y una red de canales y pozos muy eficaz gracias a la destreza del rey de Urartu, Rusas.
Eran admirables sus caballos bien alimentados y guardados, criados en valles protegidos hasta que se les necesitaba para la guerra.
Su sistema de comunicaciones con torres vigía construidas en los picos de las montañas con montones de combustible que podían encenderse con rapidez era extremadamente eficaz.
Las torres urartias y del resto de pueblos norteños brillaban " como estrellas sobre las cumbres montañosas " y servían para transmitir la noticia de una invasión más rápido de lo que cualquier mensajero podía cabalgar ".
En otro lugar de las Crónicas Asirias, y recordemos que para los asirios estos pueblos norteños eran el enemigo pues el rey Sarduri I de Urartu, en beneficio del conjunto de reinos hermanos, había firmado un pacto con medos y persas para su protección; se nos dice que: " eran un pueblo montañoso y feliz cuando podía habitar en las regiones más altas, con los suyos y en ese ambiente, desde donde podían observarnos ".
La conclusión a la que se puede llegar, útil en nuestros días críticos y difíciles de manejar, es que estos pueblos, de los que proceden los armenios y georgianos, no así los azerbayanos que son de origen persa con influencias turcas fundamentalmente, durante milenios han encontrado su supervivencia en su unión y colaboración mutuas, y que sus relaciones diplomáticas con otros pueblos cuando han sido para el bien común, lo han sido más duraderas y eficaces, y las sinergias creadas como resultado de ese compartir los beneficios han llegado más lejos; lo hicieron entonces en el contexto del Imperio Asirio, y del latente Imperio Medopersa, y lo pueden hacer hoy en sus relaciones diplomáticas con Rusia, con el resto de pueblos euroasiáticos, pueblos hermanos y que se vieron beneficiados por la Gran Ruta de la Seda, no sólo en lo económico sino en lo cultural y religioso, y con EEUU, la actual Persia con la que se establecen relaciones diplomáticas de amistad y hermandad frente al " imperio " de la destructora yihad islámica que representa a Asiria.
En unos próximos artículos, Dios mediante, podremos ver las lecciones de estos dos fuertes y maravillosos pueblos, extraídas de sus relaciones diplomáticas históricas con el Imperio Griego y con el Imperio Romano.

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