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Diario YA


 

El movimiento de Ciudadanos en Murcia ha levantado el inestable tablero político nacional

Terremoto Ayuso

Luis Losada Pescador

La moción de censura de Ciudadanos en Murcia ha movido todas las placas tectónicas nacionales. Arrimadas insiste en que era un asunto exclusivamente murciano. Pero también dijo que era una “irresponsabilidad” hacer una moción de censura en plena pandemia…

Por eso Ayuso se adelantó. El historial de deslealtades de los ‘naranjitos’ era además muy abundante. Recordemos que fue un ‘ciudadano’ el que filtró el protocolo para los centros de mayores provocando una grave erosión. Así que la presidenta de Madrid opta por dar voz a los madrileños.

Pero su movimiento ‘socialismo o libertad’ va más allá. Se trata de recomponer la unidad del centro-derecha sin los vetos a Vox que marcó la dirección de Pablo Casado. Ayuso apuesta por nombrar consejeros de Vox y Ciudadanos que sean válidos. Y se trata también de engullir a Ciudadanos por la vía de los hechos. Ante el previsible ‘Titanic’ seguramente muchos tratarán de saltar del barco.

“O perder el centro o perder Madrid”. Ese es el mensaje de El País que cita a líderes territoriales. O sea, es el mensaje de Feijóo... Y tiene razón: es una operación de riesgo. Pero el que no arriesga no gana. Y la reunificación no se hace sola. Si se gana Madrid, lo cual parece probable, se pierde el centro, pero se gana el camino para la unidad -o al menos el entendimiento- del centro-derecha.

Más arriesgado ha sido el movimiento de Ciudadanos con intención de evitar el abrazo del oso de los populares. La operación de Murcia no está garantizada porque hay dos de sus diputados que votarán en contra y otros dos que son duda. En Madrid existe riesgo cierto que se conviertan en fuerza extraparlamentaria. Por eso renuncian a Ignacio Aguado como candidato y piensan en el tránsfuga Garrido... Además, Toni Cantó, Luis Garicano y Marcos de Quinto airean sus divergencias con entusiasmo. Súmele el batacazo de las catalanas y obtendrán un ‘Titanic’.

Arrimadas parece haber decidido tocar el violín para Pedro Sánchez, quizás pensando que el flotador al ‘cambia-colchones’ será boomerang. Se equivoca. Castejón sólo quiere tener un ‘back-up’ para encelar a los podemitas y bajarles los humos. Y de paso tener una pareja presentable que presentar en Bruselas, inquietos porque los comunistas totalitarios vayan a manejar sus dineros sin control alguno.

Los ‘coletas’ ya advierten que el giro anaranjado les deja manos libres en el Congreso. ¡Como si nunca las hubieran tenido! Apasionantes movimientos de cuaresma antes de que le llegue el vía crucis a más de uno.

El anzuelo del pescador

    Barra libre a los piquetes. Impedir el derecho al trabajo en una huelga deja de ser un delito. En definitiva, barra libre para los piquetes ‘informativos’. El totalitarismo podemita se impone. El derecho al trabajo se devalúa. El Consejo de Estado, de nuevo, ninguneado.

    El CGPJ, secuestrado. El PSOE y Podemos se salen con la suya: limitar las funciones del CGPJ cuando esté en funciones, forzando así su renovación. Un paso más en el control político del poder judicial.

    Ayudas directas. Al final habrá ayudas directas como pedía Podemos pero a través de las CCAA en contra del criterio de Podemos y como exigía ERC, PNV y Bildu. En todo caso, necesarias y justas, pero tardías. Si la autoridad te cierra te debe de indemnizar.

    Las defunciones, para las uvas. No habrá concursos de acreedores hasta las uvas. Prohibido morirse. Una buena idea para las empresas que se puedan recuperar y una patada hacia adelante para el resto, posponiendo los problemas. El último, que apague la luz.

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