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Diario YA


 

SAN JUAN DE ÁVILA: ¡AUDI, FILIA!

Fidel Garcia Martínez. San Juan de Ávila está teniendo cada vez más protagonismo en la espiritualidad y en la literatura españolas, después de centurias de casi olvido y marginación. En la Actualidad San Juan de Ávila es el patrono de los sacerdotes seculares españoles, Doctor de la Iglesia, como lo es San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, con la que tuvo relación epistolar.

Es San Juan de Ávila una de las cumbres de la literatura ascético-mística, sin duda la aportación más grande de España a las letras universales. San Juan de Ávila fue un orador brillante, sus sermones son ejemplo no solo por su extraordinaria doctrina, sino  por  ser un modelo de la retórica sagrada, que tanta importancia tuvo en el Siglo de Oro, como se puede verificar en los tratados teológicos de Fray Luis de Granada y Fray Luis de León o el mismo San Juan de la Cruz, cuya prosa  ha sido  poco valorada, por el entusiasmo que ha despertado su poesía lírica.
Otro género en el que destacó san Juan de Ávila fue el epistolar, sus cartas son ejemplo de sobriedad estilística  por su forma y contenido,  sentido y sabiduría  para dar soluciona a todas las consultas de sus interlocutores. De su obra en prosa, destaca su célebre AUDIO, FILIA ( Escucha Hija). Dedicada a una joven muchacha, que solicita sus consejos para elegir la vacación más conveniente. Ella  tiene aspiraciones mundanas y llegar incluso  a la corte para servir a la emperatriz, esposa de Carlos V. Le gustan las fiestas, los vestidos y los perfumes; exactamente como nos lo  describe  Santa Teresa antes de ser monja,  en el libro de la VIDA.
Los sabios consejos de su director espiritual cambian la vida de la joven quien ingresa en la vida religiosa. San Juan de Ávila escribe su obra preso en la cárcel de Sevilla.  El tema es un clásico de la espiritualidad católica: la lucha contra los enemigos del alma: Demonio mundo y carne, que con su seducciones alejan o retardan  en la vida espiritual de entrega a Dios. La prosa es brillante y aunque el modelo  es el clásico del Siglo de Oro, con un poco de dedicación y esfuerzo se puede leer, por las personas interesadas, pese a la dejadez, abandono y ataques que sufre la lengua española, desde el Ministerio de educación e incluso dese la misma RA.