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Diario YA


 

Realidad virtual y aumentada, una revolución tecnológica a favor de las empresas

Las nuevas tecnologías tienen mucho que hacer por las compañías, incluso estas tan vinculadas al ocio.

Pensar en empresas realidad virtual, por lo general, es algo que se hace cuando se piensa en el factor lúdico o en las actividades de ocio. La tecnología VR nació siempre con el fin de otorgar una experiencia más inmersiva al consumidor, para sumergirlo de lleno en aquello que ve y así sentirse un elemento más dentro de un mundo artificial. Pero ahora ha evolucionado para alejarse de ser un instrumento para el ocio.

La evolución de esta tecnología a nivel de prestaciones, como también su normalización a raíz del crecimiento de los kits de realidad virtual, normalmente un casco con gafas, aunque hay terminales más avanzados que gozan de guantes incluso para interactuar mejor con los entornos virtuales, son lo que ha hecho que se utilice en entornos que van más allá del juego. De hecho, algo similar ha sucedido con el crecimiento y el apogeo de la realidad aumentada, su tecnología hermana.

También conocida como RA, la prioridad de esta no es introducir al usuario en un mundo, sino convertir el que le rodea a través de una lente y una pantalla que reproduce dichos elementos para dar otra forma de interpretar el entorno. Algo en auge sobre todo por la masificación de los smartphones y su capacidad para plasmar estos elementos aprovechando dicha tecnología, que también ha favorecido la fundación y el trabajo de las empresas realidad aumentada.

Introducimos los dos conceptos porque es imposible no ver cierto hermanamiento entre ambos. A pesar de que sus medios son diferentes, sus fines se parecen mucho, y son algo que las empresas están sabiendo ver para gozar de ciertas ventajas de cara al público. Puede parecer algo insignificante, pero tanto la VR como la AR se han convertido en unas armas más que interesantes para presentar productos o servicios con los que atraer a la audiencia a una marca.

Por supuesto, se requiere del trabajo de una buena empresa especializada para que estos negocios consigan lo que quieran aprovechando estas tecnologías, aunque la labor de equipos como el de Iris 360 Studios, grandes profesionales en este terreno, hace que esta sea la menor de las preocupaciones. Expertos, con conocimiento y medios, son capaces de llevar a cabo cualquier propuesta hecha por sus clientes, sean consumidores domésticos o empresas.

¿Realmente puede un negocio sacar partido de la VR y la AR?

La respuesta es un rotundo sí. No son pocas las empresas realidad virtual madrid que han tenido que prestar sus servicios, por ejemplo, a inmobiliarias, para facilitar a estas la posibilidad de ofrecer a sus clientes visitas a viviendas sin tener que desplazarse a las mismas. Con tan solo usar las gafas y el casco correspondientes, pueden moverse por el inmueble como si estuvieran en él, pudiendo echar un vistazo a todos sus rincones.

El campo de la RA (también conocida como AR) es uno que ha estado presente durante muchos años en la televisión y sin siquiera habernos dado cuenta. En materia de publicidad, no son pocos los eventos deportivos que han aprovechado esto y, gracias a los servicios de empresas realidad aumentada madrid, han mostrado publicidad en estadios sin que esta siquiera estuviera presente realmente. Todo gracias a esa capacidad de “transformar” el mundo a través de las cámaras y de las pantallas de TV.

Citamos dos casos concretos porque nos parecen bastante ilustrativos y demuestran las posibilidades que abren ambas tecnologías antes tan ligadas al sector del videojuego y de la informática. Ambas son capaces de hacer que las compañías logren ofrecer experiencias interactivas a sus consumidores, les dan la opción de mostrar productos sin tener que pagar por prototipos o incluso hacer cosas como maquetas virtuales para ver su funcionamiento. Hay muchos posibles usos, y lo mejor de todos ellos es que construyen experiencias que marcan e impactan al usuario, lo que siempre hace un gran favor a la imagen de marca.

Así, la gran ventaja que brindan tanto la realidad virtual como la aumentada es la posibilidad de generar experiencias que atraigan al usuario hacia el negocio, que despierten su interés por los productos o servicios que este pueda ofrecer a través de algo llamativo por la innovación que supone. No todo el mundo ha probado estas cosas, y aprovechar esto es un buen canto de sirena.

¿Qué ocurrirá cuando ambas se normalicen?
En ese entonces, su utilización habrá vuelto a evolucionar, así como la tecnología que les da forma, para conseguir experiencias mucho más inmersivas todavía y un abanico de posibilidades aún mayor. El terreno todavía es joven y hay mucho por explorar y explotar, pero las empresas siempre tendrán la posibilidad de sacar partido de esto para crecer.