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Diario YA


 

PREGUNTAS PARA ÍKER

Carlos Rubio Romo. Por mucho que se empeñen algunos, España es una nación maravillosa. Y en ese orden: primero UNA y, después, maravillosa.

Por Historia, por Cultura, por modo de ser y de vivir, nuestra patria ha sido, es y será una de las naciones más envidiadas, admiradas u odiadas según quién. En cualquier caso, raramente deja indiferente y eso es ya una buena señal de que es única. Ni mejor ni peor. Esa discusión se la dejo a los nacionalistas, a los profesionales del odio y la mentira. Pero sí, señores míos, es única y maravillosa.

Y aunque los españoles tengamos nuestras virtudes, como todos, tenemos también nuestros defectos, como todos. Y, si queremos ser sinceros, y yo tengo a gala el serlo, nuestra nación, nuestra forma de ser, ha sido siempre un poco misteriosa hasta para los propios españoles. Pero es que, de un tiempo a esta parte, más que un misterio, creo que es un verdadero enigma absolutamente insondable. Indescifrable.
España es la única nación del mundo junto con Cuba y Corea del Norte donde no existe ningún partido con representación parlamentaria que se defina “de derechas”. El partido que presuntamente lo es hace verdaderas proezas acrobáticas para definirse de cualquier manera menos de derechas. Creo que la última debe ser centristas-reformistas-progresistas-humanistas…o algo parecido.
Es una nación donde el PSOE, el primer partido de la oposición y el más corrupto de nuestra Historia, acaba de definir nuestra patria como “nación de naciones pero con una única soberanía”. En toda lógica, cualquier nación aspira a ser soberana, a tener su estado. Si decimos que somos varias naciones pero una sola soberanía, más que un problema lo que tenemos es una esquizofrenia galopante.
Somos la única nación del mundo donde mostrar la bandera nacional puede costarte como mínimo una soberana paliza, sin que ello provoque ni la más mínima inquietud en nuestra castuza política. Donde la ETA, asesina de más de 800 personas,  gobierna un buen número de ayuntamientos y al mismo tiempo los que defienden la unidad de España frente a los sepaRATAS catalanes van a pagar con cuatro años de cárcel su intervención en Blanquerna.
Un país donde decir que los niños tienen pene y las niñas vagina está castigado con multa y pena de cárcel.
Y donde un fulano con barba y pelo en pecho dice que es una tía y en vez de llevarlo al frenopático a ver si se le pasa la tontería, se le ensalza y alaba en nombre de la tolerancia. Aunque, bueno, cuando oímos a Pedro Sánchez decir que va a trabajar sin descanso, a Echenique, el célebre “jotero de la pampa”, hablar contra la corrupción y al hijo de puta de Arnaldo Otegui hablar de paz, todo es posible.
Una nación donde en la mitad de su territorio está mal visto e incluso castigado con multa y por su puesto el acoso social hablar y utilizar la lengua oficial de la nación, que es la segunda más hablada en el mundo. Donde en Cataluña, por ejemplo, puedes utilizar en tu tienda rótulos en chino, eslovaco o uzbeco pero no en español.
Donde los animales tienen muchísimos más derechos que los niños en el vientre de sus madres, empezando por el más elemental: el derecho a la vida. Un proyecto de construcción de una carretera puede encarecerse en varias decenas de millones de euros (miles de millones de pesetas) a fin de salvaguardar una colonia de mariposas en peligro de extinción. Sin embargo, un niño puede ser descuartizado vivo según la ley.
Donde las feministas, muy bigotudas ellas, interrumpen eucaristías desnudas y gritos blasfemos pero callan como muertas frente a las salvajadas que los musulmanes perpetran a diario contra las mujeres por el simple hecho de serlo y porque está escrito en el Corán.
Donde en el/lo/la lenguaje/lenguajo/lenguaja de todos/todas/todes los/las/les días/díos/díes se ha impuesto/impueste/impuesta la/el/lo soberana/soberane/soberano memez/memece/memeza de sustituír el/la/lo masculino/masculina/masculona genérico/genérica/genérique por la/el/lo utilización/utilizaciona/utilizacione del masculino/masculina/masculona y el/la/le femenino/femenina/femenine (por cierto, ¿por qué femeninO y no “femeninA”?), traducción/traducciona/traduccione práctico/práctica/práctique de la Ideología/Ideologío/Ideologíe de género/génera/génere. ¡Por Dios, qué complicado! Por cierto, me he permitido un guiño pionero y he utilizado también el género neutro para no ofender a los que no se sientan ni hombre ni mujer. Ya verán como eso también llegará…
Esta España nuestra donde se prohíbe sentarse de según qué maneras para evitar agresiones machistas (sic) pero se permite y anima a ponerse en pelota picada en piscinas públicas. Gracias, Carmena, pero por favor ¡¡¡no vayas tú a esas piscinas!!! no sea que del susto vayas a cargarte a más de uno.
Un país donde dentro de poco a los padres ya no se les llamará “padre y madre” sino “guardador 1 y guardador 2”, como hace ya la Junta de Andalucía y donde a los hijos ya no se les llamará así sino “criaturas”, “menores” o “descendientes” como propone ya la Generalidad valenciana.
Donde, en el colmo del esperpento, está la polémica que hemos sufrido últimamente con la donación que la Fundación Amancio Ortega ha hecho a la Sanidad española para comprar 290 aparatos de radioterapia de última generación. Esa donación representa 320 millones de euros, o sea, más de 53.000 millones de pesetas. España es una nación donde tres de cada diez pacientes que necesitan radioterapia no la reciben porque no hay equipos suficientes. Gracias a Amancio Ortega se van a salvar muchas vidas en España. Muchos enfermos y sus familias encaran el futuro con mayor esperanza y un aliciente nuevo en su lucha cotidiana. Pues bien, a los señoritos de PoTemos no les ha gustado nada la idea. Los herederos ideológicos de Lenin, admiradores del KGB y del Gulag, no soportan que un “sucio capitalista” decida donar una parte de su patrimonio para salvar vidas. Es normal: en su ADN tienen el gen del odio, del desprecio, del fusilamiento y el de la tortura sistemática. Les deja una vez más en evidencia a ellos, los que trincan de Irán y Venezuela, los que estafan a la Universidad pública española y los que defraudan a la Seguridad Social y que no dan ni un céntimo para ayudar a los más necesitados de sus compatriotas. Esos remedos de Stalin son los mismos que, entre porro y porro, se pasan la vida berreando contra los presuntos recortes y resulta que cuando un donante llega para salvar vidas, los amigos y admiradores de la ETA lo rechazan.
Sin duda, la cuestión que me impide dormir últimamente es qué piensa hacer el gobierno de la nación contra los sepaRATAS en caso de convocatoria de referéndum por la independencia de Cataluña. Les confieso que, cuando era mucho más joven, me tocó lidiar con todo tipo de ecuaciones y otras lindezas matemáticas. Sudé tinta pero nada comparado con intentar adivinar lo que Rajoy y sus mariachis cuentan hacer para parar ese delito de sedición. Ellos no se cansan de decir que “tienen todos los instrumentos necesarios para evitar el referéndum”, que “actuarán con contundencia”, que “protegerán la unidad de España” y no sé cuántas vacuidades más. Y digo vacuidades porque cada vez que algún periodista no apesebrado por el PP logró colarse en alguna rueda de prensa y pidió más detalles a Méndez de Vigo (la nueva sonrisa del régimen) o a Sáez de Santamaría no obtuvo NA-DA. Y la pregunta que me taladra la cabeza es: ¿no obtuvo nada porque no van a hacer nada o porque en un alarde de visión estratégica está todo preparado pero no quieren dar ninguna pista al enemigo? Creo que sé la respuesta…En cualquier caso es la gran cuestión: ¿cómo el gobierno piensa parar ese golpe de estado? ¿Cuáles son esos instrumentos de los que hablan?
Es verdad que la Historia no nos tranquiliza porque lo que está pasando es una fotocopia compulsada de lo que ya pasó el 9 de noviembre de 2014. Entonces, el gobierno tuvo exactamente el mismo discurso y el referéndum se celebró sin ningún problema y, por desgracia, con un considerable eco internacional, especialmente en Europa. Vamos, que por culpa de la cobardía del PP, fuimos el hazmerreír de todos nuestros vecinos.
Al mismo tiempo que somos testigos boquiabiertos de tantas estupideces, de tantas bajezas, de tanta maldad, hemos asistido recientemente a muestras más que sobradas de ese genio español, de ese talento, de esa generosidad que ha recorrido los siglos hasta nuestros días:
Ignacio Echeverría, asesinado por musulmanes en Londres, que no dudó en acudir corriendo a ayudar a un policía que estaba siendo atacando por los terroristas. Con gallardía, no dudó en coger la única arma que tenía a mano, su monopatín, y lanzarse a por los mahometanos. Estos, traicioneros como siempre, lo mataron por la espalda.
David Huerta, policía con base en Madrid, disfrutaba de una jornada de asueto en la región más bonita del mundo, León, cuando se cruzó con un espeleólogo que estaba pidiendo ayuda para su compañero atrapado en las cuevas de Valporquero. David no se lo pensó dos veces y se lanzó a salvar al herido que tenía una pierna rota. Consiguió su objetivo aunque casi muere de hipotermia por el tiempo que pasó en la cámara subterránea inundada de agua.
Guillermo Burgos, brillantísimo investigador en Cambridge, decidió estudiar Biología porque a los doce años vio morir a su padre de cáncer. Lo llevó a cabo admirablemente y ahora ha visto premiado su trabajo contra el cáncer por el laboratorio de Biología molecular de la Universidad de Cambridge.
Carlota Monedero, joven madrileña que ha sacado no un 10 en la Selectividad sino un 13,9. Su mérito es aún más grande por el hecho de padecer el Síndrome de Marfan, una enfermedad rara que afecta a distintas partes del cuerpo como el esqueleto, pulmones, ojos, corazón y vasos sanguíneos. Debido a esta enfermedad fue víctima de acoso escolar en su antiguo colegio a manos seguramente de mediocridades con patas que están a años luz del talento y el coraje de Carlota.
¿Cómo es posible que en un país tan pequeño geográficamente se den comportamientos tan opuestos? ¿Qué seamos capaces de lo mejor y de lo peor? ¿De mostrar les mejores virtudes y los peores defectos? ¿Heroísmo frente a cobardía, valores frente a antivalores, talento frente a ruindad? ¿Cómo es posible que teniendo la misma Historia, la misma sangre, haya tanta diferencia?
Yo ya he renunciado a intentar responder. Todo eso me supera. Si hay una persona capaz de hacerlo, no es otro que ese fenomenal periodista que es Íker Jiménez. Un profesional como la copa de un pino.
Lo nuestro es para hacérselo mirar. Creo que cualquier explicación presuntamente racional sería insuficiente. Quizá tengamos que empezar a explorar otras realidades pertenecientes a lo paranormal.
Íker: ¡ayúdanos!

 

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