Principal

Diario YA


 

reciente descubrimiento que algunos parecen haber hecho respecto de España

Nunca es tarde si la dicha es buena

Santiago González-Varas. Un fenómeno social digno de comentario, o curioso para cualquier espectador de la realidad social o política, es el reciente descubrimiento que algunos parecen haber hecho respecto de España. Desde hace unos pocos años surgen incluso partidos nuevos cuyo signo distintivo parece ser incluso éste; hasta el PSOE ha empezado a hacer algunas declaraciones en este mismo sentido. Fácilmente todos observamos cómo compañeros o viejas amistades han cambiado de discurso. Si tuviéramos que hacer ciencia, de fenómeno tan burdo, hablaríamos de la figura del “nuevo español” (o persona que descubre ahora su propia identidad, sin haberse percatado de ella anteriormente). Ha sido una lástima que esta nueva aunque tímida actitud no se haya manifestado antes, en un momento en que hizo falta más de todo ello (no habría sido mucho pedir que por ejemplo se hubiera adoptado entre nosotros una postura hacia España igual que la que un francés mantiene respecto de Francia).

Aunque ha llegado un poco tarde esta nueva actitud, de algunos, pero obviamente no nos vamos a quejar por ello, ya que en esto puede bien aplicarse aquello de que “nunca es tarde si la dicha es buena”, pues España lo que necesita es hechos que avancen en su normalización día a día. Ya que se ha dado este cambio de actitud, queda en efecto un largo camino por avanzar en esta misma dirección; por ejemplo, el nuevo descubrimiento de España podría empezar a acompañarse de una normalización de su historia, buscando la referencia del nuevo orden en el modelo clásico democrático administrativo de tipo francés del Estado liberal y la Constitución de Cádiz, relegando poco a poco el excesivo énfasis hecho en la segunda República, o de dichos como ese relativo a que “somos una democracia nueva a diferencia de otros países” (más bien, tenemos una historia paralela a la de cualquier Estado europeo, donde la democracia ha evolucionado históricamente de forma similar, sin olvidar, por ejemplo, que las primeras Cortes de Europa se celebraron en León en la Edad Media). Incluso, por qué no, llegue un día en que también los nacionalistas “descubran el Mediterráneo”, o por qué no “el Cantábrico”, dándose cuenta de dónde están en el mapa.

En este contexto se entienden las dificultades existentes para llevar a cabo aquellas reformas que precisa España (casi todas ellas, por cierto, de puro Derecho administrativo). Algunos llegan a pensar que, para estar absolutamente endeudados como estamos, para ello habría sido mejor un rescate que hubiera hecho posibles las reformas administrativas necesarias para la nación. Ni siquiera una mayoría absoluta en España parece capaz de hacer reformas, se precisa para ello Europa: ya en los años ochenta y noventa las grandes reformas que se hicieron sobre el Estado (muchas en materia de servicios públicos) se consiguieron porque se hicieron desde Bruselas. España necesita hoy apoyo, en cuanto idea, y la solución de todo sería su mayor normalización, de su lengua y de su estructura administrativa.

Santiago González-Varas
Catedrático de Derecho administrativo

Etiquetas:constituciónespaña