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Diario YA


 

Pero quizás la principal idea de bombero que sigue ocupando los titulares sea el del separatismo en Cataluña

Las ideas de bombero de nuestra época

Manuel Parra Celaya. En contra de lo que pueda suponerse, la expresión tener ideas de bombero no encierra en su origen el menor sentido peyorativo hacia estos esforzados y valientes profesionales, sino que hace referencia al ingenio al que antaño recurrían los bomberos para solucionar mil problemas que no eran precisamente sofocar incendios; lo dice, en Internet, el erudito Alfredo López, al que he recurrido después de constatar que ni el Cuento de cuentos de Néstor Luján ni otros libros de modismos de mi biblioteca contenían esta expresión, que, por otra parte, he oído y usado toda la vida. En la actualidad, no obstante, equivale a disparate o a patochada. Me ha venido el timito a la cabeza a raíz de la noticia de que varios aspirantes a este cuerpo en Burgos fueron rechazados por fracasar solemnemente en una preceptiva prueba de ortografía.

Por deformación profesional, tras cuarenta años de intentar enseñar nuestra Lengua española, se me ocurrieron algunos comentarios al respecto, pero, también, como ciudadano de a pie, ha ido viniendo a mi mente otros muchos, ya no relacionados con el hecho burgalés sino con el espectáculo de nuestra vida pública. De forma que he tirado de las riendas de la imaginación y he procurado ordenar mis pensamientos. Con relación estricta a la noticia, nos fueron ofrecidos por los medios las opiniones de numerosas personas que, con mínimas y honrosas excepciones, se llevaban las manos a la cabeza, argumentando que saber escribir correctamente no constituía un requisito esencial para usar de la manguera.

Al parecer, este criterio está extendido por ciertas Administraciones educativas, por la totalidad de esos pedagogos de despacho (esos que no han visto un niño de carne y hueso en su vida) y por determinados sectores progres de profesores y padres de alumnos; todos estos sectores siguen creyendo que la escuela solo tiene que desarrollar la creatividad personal, el aspecto emocional y las relaciones sociales de los alumnos, garantizándoles su felicidad por encima de los conocimientos, el esfuerzo y la superación. Y así nos va en lo tocante al fracaso escolar. Atrás y pasada de moda queda la Obra Bien Hecha como consigna permanente del maestro Eugenio d´Ors; el menosprecio de aquello que exige aplicación de la Norma está generalizado en la sociedad española, y no solo en la Enseñanza.

La caligrafía, la ortografía y el uso de la memoria resultan imposiciones fachas, totalmente ajenas al buenismo en las aulas; ya metidos en harina, diré que le siguen la infravaloración de la sintaxis, esa que nos permitía expresarnos correctamente de forma oral o escrita, y me temo que el descrédito de la comprensión lectora de textos, para no frustrar a nuestros estudiantes. Claro que hay que oír a los profesores universitarios cuando les llegan esos alumnos tan creativos y felices. Pero, como les decía, las ideas de bombero ya no se pueden limitar al sentido original de talento natural o destrezas de que hacían gala en este cuerpo, supieran o no escribir correctamente, ni al abandono del cuidado ortográfico en nuestros colegios, sino que, por extensión, pueden aplicarse, en su sentido peyorativo posterior, al mundo de la política o de la judicatura o a cualquier ámbito de nuestra vida pública.

Dejemos, pues, a los aspirantes a bombero de Burgos y al depauperado mundo de la Enseñanza con sus cuitas y reflexionemos sobre otros temas. Pueden servir de ejemplo para estas ideas de bombero multitud de despropósitos que día a día van surgiendo de los Ayuntamientos regidos por los valedores de la contracultura y de la deconstrucción como musas habituales, de iniciativas de parlamentos autonómicos con reminiscencias nostálgicas de los cantonalismos de la I República, de increíbles sentencias de jueces con distintas varas de medición, de políticos que hacen realidad aquel dicho de que cuando hay un tonto en el poder es que sus electores están bien representados…

En fin, todo esto está en la mente de cualquier lector que se asome a la pantalla del televisor o lea un periódico; así, estos días hemos vuelto a leer la extravagancia recurrente de los socialistas acerca del Valle de los Caídos, en medio del rifirrafe interno que vienen viviendo los angelitos. Pero quizás la principal idea de bombero que sigue ocupando los titulares sea el del separatismo en Cataluña (y no digo del separatismo catalán porque aquí somos legión los que no comulgamos con ruedas de molino y, sin embargo, hasta tenemos un senador de origen hindú que farfulla acerca de la república catalana).

Esa idea de bombero quiere imponerse a todo trance por encima de los ciudadanos, de las leyes, de la fiscalía (la fiscal jefe de Barcelona tuvo que ser protegida el otro día por los Mossos d´Esquadra), de la historia y del sentido común. No busquen otras correspondencias en el orden nacional ni internacional: el separatismo las supera a todas con creces. Me pregunto si los máximos representantes del soberanismo (y no digamos el senador hindú) son capaces de escribir -en castellano o en catalán, qué más dará- sin faltas de ortografía.

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