La llegada de Internet y las nuevas tecnologías han cambiado el funcionamiento de las empresas. Se trata de factores que hay que aprovechar a la hora de gestionar el funcionamiento de los equipos de trabajo. Hay que tener en cuenta que, a día de hoy, los equipos de trabajo han cambiado de forma considerable, ya que los miembros de los mismos ya no comparten espacio. Llegan así los equipos e trabajo dispersos o virtuales.

Los equipos de trabajo virtuales son conjuntos de personas que se encuentran distribuidas geográficamente, que tienen los mismos objetivos, y que se comunican a través de las tecnologías de la información (correo electrónico, teléfono, mensajes de voz, videoconferencia…). De esta forma, las claves para gestionar un equipo de trabajo de este tipo son las mismas, pero adaptadas a la distancia y las nuevas tecnologías. Expertos del Máster en Sevilla nos han explicado cuáles son las ventajas de gestionar un equipo de trabajo en esta nueva era digital:

• La diversidad en los conocimientos especializados de los miembros de un equipo de distintos países es muy fuerte, lo que lleva a un I+D más completo y eficiente

• Menos costes para las empresas

• Permiten acceder a distintas habilidades y experiencias

• Conocimiento de diferentes mercados

• Permiten tener un equipo que está trabajando las 24 horas del día gracias a las diferencias horarias entre los países Las empresas deben de tratar de potenciar los puntos fuertes de un equipo virtual para poder ser más efectivos. De esta forma, las claves para el buen funcionamiento de un equipo de este tipo es la coordinación del trabajo y la buena comunicación entre sus miembros. Por eso, estar familiarizados con las últimas tendencias en tecnologías de la información y la comunicación, es muy importante. Gracias a estas nuevas formas de comunicarse es por lo que pueden funcionar mejor este tipo de equipos de trabajo, de modo que, sus miembros, pueden estar en contacto en cualquier momento y en cualquier lugar.