España sigue con su proceso de envejecimiento. Según los datos del Padrón Continuo del INE, el 1 de enero de 2016 había 8.657.705 personas de más de 65 años, un 18,4% del total de la población. La proporción de octogenarios sigue creciendo, representado el 6% de la población, y seguirá ganando peso. De hecho, el mismo INE prevé que, en 2066, habrá más de 14 millones de personas mayores, un 34,6% del total de una población que rebasará los 41 millones de personas.
Muchas de las personas mayores necesitan cuidados específicos, una tarea que está muy feminizada. El perfil que la acomete es el de una mujer de 53 años, casada, con estudios primarios y cuya actividad principal son las tareas del hogar, según el informe “Cuidados a la personas mayores en los hogares españoles: el entorno familiar” que elaboró IMSERSO Se mantiene así el modelo tradicional de familia y el rol de la mujer como dispensadora de cuidados y afectos.
Las ayudas públicas para acometer tal tarea tampoco pasan por su mejor momento. En 2016, cuando se cumplían 10 años de la Ley de Dependencia, la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales hacía público un informe. En él se recogía que el 29% de los 1,2 millones de personas que tienen algún grado de dependencia reconocido no recibían ninguna ayuda.
Los recortes en dependencia que tanto denuncian organizaciones sociales, sindicatos y partidos en la posición afectan a los cuidados de las personas dependientes, no solo mayores. Se denuncia la puesta en riesgo de acceso y calidad de los tratamientos, así como el empleo que se genera en torno a estos.

Cuidar a personas mayores en casa
La organización sin ánimo de lucro que pretende “enriquecer la vida de las personas mayores de 50 años”, AARP, resume las claves básicas para el cuidado de la personas mayores, al objeto de liberar el estrés y encontrar ayuda.

No asumir la tarea en silencio
ARRP recomienda no resignarse y buscar la empatía familiar. Hay que comunicarse con la familia, explicar el compromiso que se ha adquirido, la tarea que se debe acometer, el tiempo que se necesita dedicar a ella. Y hacerlo de manera sosegada y serena, sin acusar ni culpar.
Se debe plantear como un trabajo en equipo: si alguien va a ocuparse de ese familiar que lo necesite, los otros deben atender a otros miembros que lo necesitan como los niños, y hacer tareas como ir al supermercado o limpiar la casa.

No cargarse de culpas
Las personas tienden a sentir culpabilidad y remordimientos cuando viven lejos de ese familiar que lo necesita, pero cuyo cuidado requiere cambio de horarios, pérdida de días de trabajo, viajes e inversión de un dinero que no siempre se puede asumir.
Hay que saber analizar la situación y saber hasta dónde se puede llegar. Si el cuidado tiene que pasar por contratar a un especialista en cuidados geriátricos de confianza, habrá que hablarlo con la familia y asumirlo.
Hay empresas dedicadas al cuidado de personas mayores en Alicante, por ejemplo, la asistencia a domicilios de enfermos.

Organización ante todo
La organización es clave del éxito en todos los aspectos de la vida, pero en el cuidado de personas mayores abarca también el hacerse con un directorio de nombres de personas que viven cerca, como vecinos, familiares, amigos y médicos, e incluso el del farmacéutico. Hay que saber con quién contactar en caso de emergencia.

Buscar lazos de colaboración
Asumir el cuidado de una persona puede suponer un desgaste físico, mental y emocional importante. Los cuidadores, más incluso que cualquier otra persona, necesitan a alguien que los escuche y los entienda, así que conviene contactar con asociaciones y grupos de apoyo en la comunidad. Si no existe, se puede tomar la iniciativa y buscar gente.

Tiempo de respiro personal
Las actividades de ocio y tiempo libre que generen satisfacción no deben dejarse de lado, porque son una fuente de inspiración, estimulan la mente y el espíritu, dan energía.

Cuidar el descanso y la salud
La falta de sueño conlleva la disminución de la concentración, la dificultad para solucionar problemas o para recordar, entre otras cosas. Para proporcionar una buena atención, es necesario dormir al menos siete horas durante la noche, además de tomar pequeños descansos durante el cuidado. Se puede aprovechar que la persona duerme para dormir una pequeña siesta.
El ejercicio físico ayuda, así que hay que buscar al menos 30 minutos al día para salir a caminar o correr.

Sin riesgo de desatención a otras parcelas
Desatender a otros miembros de la familia o el trabajo puede tener consecuencias poco deseables. Hay que establecerse horarios, compartir la tarea entre otros miembros de la familia o contar con un especialista que preste una ayuda auxiliar, como Cuidelia Asistencia a domicilio, una empresa de asistencia a personas mayores en Murcia que sean dependientes.
Hay otras responsabilidades, como las actividades de voluntariado, que habrá que aprender a reducir.