Rafael Nieto. 8 de junio. Una primera lectura, rápida pero atenta, de los resultados electorales nos convence de que España sigue apostando abiertamente por el bipartidismo, que aquí es frentismo. PSOE y PP se llevan más del 80% de los votos, y del porcentaje restante, nacionalistas y filocomunistas se llevan la palma. Por tanto, y aunque sea duro admitirlo, es preciso subrayar que el pueblo español, mayoritariamente, acepta el sistema y está encantado con esta alternancia sagastacanovista.

La victoria pepera en las urnas es un castigo a la ineficacia de Zapatero a la hora de gestionar la crisis económica; el electorado de derecha se ha movilizado, mientras que el de izquierda (tan agresivo cuando se trata de cambiar gobiernos patrios) se ha quedado en casa o se ha ido de finde. La participación, en general, sigue siendo ruinosa y demuestra lo poco que le interesa Europa al personal, pero los votantes del PP han acudido a las urnas para dar un claro voto de castigo al socialismo zapateril.

Sin embargo, España demuestra en estas elecciones que sigue yendo por detrás con respecto a lo que marca la tendencia general de Europa. En nuestro país sigue viéndose con grima (cuando no con miedo) el ascenso de lo que llaman “la extrema derecha” en distintos lugares del viejo continente. Ciertos medios de comunicación prefieren seguir manejando estúpidos clichés que ya han perdido toda vigencia, en lugar de preguntarse qué está ocurriendo, por qué miles de personas empiezan a elegir a partidos que rompen con el corrupto sistema que va del liberalismo al marxismo, y viceversa.

Mayor Oreja, que sale reforzado de estos comicios, pone en la práctica en un brete a Rajoy, que empieza a ser uno de los pocos líderes populares incapaces de ganar nada en las urnas. Repasemos el elenco genovés: Gallardón arrasa, Aguirre no menos, Camps, Núñez Feijoo, ahora Mayor Oreja…Veremos si para las próximas generales el partido tiene el pulso lo bastante firme como para mantener a su presidente. Yo no lo juraría.

Otras conclusiones notables: el mundo etarra vuelve a dejar claro que tiene casi 200.000 seguidores (los de siempre) dispuestos a acudir a las urnas cuando los tribunales se lo permiten; UpD mantiene el entusiasmo de los suyos, pero es incapaz de subir de forma significativa con respecto a los resultados de las generales, e Izquierda Unida tiene su medio millón largo de nostálgicos del comunismo, que no deja de ser una broma macabra tal y como está el planeta.

No deja de causar estupor la forma como los portavoces socialistas han salido ante los MCS, incapaces de admitir la derrota de una forma clara; las mismas mentiras de siempre, las excusas precocinadas para “cerebros Pepiño”. Pajín, esa lumbrera, se ha alegrado mucho de que el fantasma del fascio no asome el morro por la piel de toro; ya se conforman con cualquier cosa. Yo, en su lugar, empezaría a remojar las barbas, por lo que pudiera pasar en el futuro.