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Diario YA


 

Dos historias que nos introducen en la experiencia contemplativa de la música

El Teatro Real estrena en España “Only the Sound remains”, la composición más aplaudida de Kaija Saariaho

Fotografía: Javier del Real

Luis de Haro Serrano
Siete representaciones, que han ido desde el 23 de octubre al 9 de noviembre, ha dedicaso el Teatro Real al estreno en España de la composición más aplaudida de la autora finlandesa Kaija Saariaho, cuyo estreno mundial tuvo lugar hace solo dos años. -concretamente el 15 de marzo de 2016 en la Ópera Forward Festival de la National Ópera & Ballet de Amsterdam. Última de las obras de su autora, que es reciente ganadora (2017) del Premio “Fronteras del Conocimiento” que patrocina la Fundación BBVA de Música Contemporánea y, además, colabora con los ballets rusos que dirige el coreógrafo y bailarin Diaghiler. Su actividad, de momento, está centrada únicamente, en el campo de la ópera.

“Only the Sound remains” preparada en dos partes sobre la base de los cuentos traducidos por Ezra Pouse concebidos por el escritor de origen español Ernest. Francisco Fenollosa (1853/1908). Una ópera que responde al encargo conjunto del propio Teatro Real, De Nationale Ópera & Ballet de Amsterdan, la Finish National Ópera de Helsinski, la Canadian Ópera Company de Toronto y la Ópera Nacional de París que son, a la vez, las instituciones encargadas de esta coproducción escénica.

Dos historias que, a través de las técnicas del teatro japonés nos introducen en la experiencia contemplativa de la música

Su argumento se centra en dos curiosas historias, totalmente diferentes por su contenido, pero unidas por el aspecto simbólico que en ellas subyace; la idea de la pérdida de confianza en el contacto entre la espiritualidad de la conducta humana y su relación con lo sobrenatural.; “Alway Strong” y “Feather Mantle”. Como acertadamente se comenta en el programa de mano, Su estructura argumental transcurre dentro de una atmósfera que camina entre las líneas del sueño y la realidad y su música atonal interpretada solo por siete instrumentistas, se mueve en todo momento de acuerdo con el desarrollo ascendente o descendente que marca su especial narrativa.

Para Peter Sellars, -responsable junto a Kaija Saariaho de la génesis de esta obra-, su música es tiempo, espera, espacio, color y emoción. Todo al mismo tiempo para tratar de conseguir que, paulatinamente, el espectador vaya penetrando en su sonido de forma ritual y figurativa en la parte escénica. El director musical Ivor Boltón, considera que su partitura tiene un aire, o una nube - hablando en los mismos términos en que transcurre el texto de la ópera- que se acerca a la música de Monteverdi.

En las páginas de la Revista del Real, Saariaho comenta que, para ella, el acto de componer responde a una necesidad interior, pero es una tarea exigente y solitaria. Sin embargo, la ópera te permite escaparte de ese aislamiento para encontrarte frente a un escaparate en el que conviven otras disciplinas artísticas sumamente interesantes, Con lo cual, en este género, como en ningún otro, se puede reforzar y dar más profundidad a la música. Por ello la ópera es una gran experiencia.

Puesta en escena
Una obra sencilla y bien estructurada, según se comenta en el mundo de la lírica, debe estar siempre acompañada por una puesta en escena del mismo carácter y eso es lo que Peter Sellars, como responsable de ella, ha realizado. Ha sabido apoyarse muy bien en todo lo que el Real ha puesto a su disposición; la atractiva partitura de Kaija Saariaho, la belleza de los murales de la pintora etíope Julie Mehretu, la calidad del extraordinario elenco –el mismo que intervino en el estreno de Amsterdam en marzo de 2016 (el contratenor Philippe Jaroussky, el bajo-barítono Davone Tines y la bailarina Nora Kimball-Mentzos) cuyas extraordinarias voces han destacado tanto en la parte melódica como en la escénica, la delicada y precisa iluminación deJames F. Ingalls”, el cuarteto vocal “Theatre of Voces” el cuarteto de cuerda “meta 4” en el que no ha faltado la presencia del “Kantele, ” ese instrumento tradicional finlandés que contribuye a que una melodía tenga mayor sabor oriental y un Ivor Bolton que se encuentra cada vez más fuerte y acertado en las composiciones que dirige, sin importarle la dificultad que pueda tener una partitura como esta de “Only the sound remains”. enmarcada dentro de las delicadas particularidades del teatro japonés noh, que él tan perfectamente conoce, Con todo ha hecho una creación muy a su medida que ha resultado dura pero novedosa y atractiva en casi todos los aspectos.

En diversos ambientes se ha lanzado al aire esta pregunta ¿Merecía la pena que el Real se tomara tanta prisa y esfuerzo para presentar por primera vez en España esta camerística ópera oriental? Creemos que sí, que ha sido acertada tanto la decisión, el momento ycomo los esfuerzos que para todos ha supuesto.