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Diario YA


 

El protagonista del día es Thomas Hobbes

El poder de una república eclesiástica y civil

Imagen de la portada. En el cuerpo aparecen hombrecillos

Javier Paredes. El protagonista del día es Thomas Hobbes, que nació el 5 de abril de 1588 de manera prematura. Dicen que su madre ante el anuncio de la llegada de la armada invencible de Felipe II se llevó tal susto, que dio a luz antes de tiempo. Aunque también esto pudo ser una maledicencia, fruto de los prejuicios de los ingleses, que  en lo de tenernos manía a los españoles son muy suyos. Lo cierto es que en su tiempo corrió esta versión y se la creyó hasta el propio Thomas Hobbes, que en cierta ocasión comentó: “el miedo y yo nacimos juntos”.

 Hobbes publicó su famoso Leviatán en Londres en 1651, cuyo título completo es Leviatán o la materia forma y poder de una república eclesiástica y civil. En la portada del libro aparecía un gigante formado por una multitud de seres humanos. El gigante tenía una espada en su mano derecha y un báculo en la izquierda, bajo sus pies una ciudad y sobre su cabeza el siguiente versículo del libro de Job Non est potestas super terram quae camparetur ei (no hay poder sobre la tierra que se le puede comparar).

 Y todo porque Hobbes tenía un  pésimo concepto de sus congéneres. En su búsqueda para definir al hombre encontró las palabras precisas en Plauto, un hombre que doscientos años antes de Cristo había escrito: Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit, (lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro). Largo latinajo que Hobbes sintetizó y popularizó en su famoso homo homini lupus (el hombre es un lobo para el hombre).

 Así es que para poner paz en la lobera, a Hobbes no se le ocurrió otra cosa  que todos los lobos al constituir la sociedad entregaran su derechos, lo que los estudiosos enuncian como que no son dos, sino uno solo el pacto de unión y el pacto de sumisión. Teoría que queda explicada con el famoso dibujito de la portada del libro, en la que el gigante se constituye con la concurrencia de muchos hombrecillos. Y todo ello equivale a decir que el derecho surge del Estado y depende del Estado, y que no hay injusticia donde no hay ley, y que no hay ley donde no hay una voluntad superior que la dicta.

 Y esto es lo que tanto les gusta a los partidos del sistema político español. Desde luego a los de la izquierda laicista del PSOE, sin disimulo alguno, pues patrocinan un revista que se titula precisamente Leviatán, fundada en 1934 por Luis Araquistáin y publicada por la editorial Pablo Iglesias.

 

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