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Simón Pedro Barceló reclamó una rebaja del 2% de las cuotas que pagan las empresas a la SS por trabajador

El Instituto de la Empresa Familiar reitera la necesidad de abaratar el empleo y no el despido

Redacción Madrid. 10 de junio. El presidente del Instituto de la Empresa Familia (IEF), Simón Pedro Barceló, reiteró hoy la necesidad de abaratar el empleo y no el despido, y para ello, reclamó una rebaja del 2% de las cuotas que pagan las empresas a la Seguridad Social por trabajador, que conllevaría un coste "asumible" para el Estado de 5.000 millones de euros. Además, estimó que esta reducción de cuotas reducirá el número de Expedientes de Regulación de Empleo (EREs) y generará más puestos de trabajo ya que, según dijo, "ningún empresario quiere despedir a los trabajadores".
 
En un desayuno informativo organizado por el Foro Nueva Economía, Barceló aseguró que dos tercios de las empresas del IEF prevén reducir la facturación este año, mientras que el 33% restante la mantendrá e, "incluso", la subirá, gracias su presencia en el exterior y al crecimiento vía concentración.
 
Barceló opinó que las medidas adoptadas por el Gobierno van en "la buena dirección", pero echó en falta una apuesta más decidida por la competitividad, para lo que se necesita un mayor apoyo a las familias, las empresas, las Administraciones Públicas y el sector financiero.
 
El presidente del Grupo Barceló reclamó también la extensión de la reducción del Impuesto de Sociedades a todas las empresas, no sólo a las pymes, y un cambio en el tratamiento fiscal de los beneficios de los accionistas. Asimismo, también se posicionó del lado de los que piden una reforma laboral. También abogó por instaurar un nuevo calendario nacional en el que las festividades se trasladen a lunes o viernes, así como una mejora de la gestión de los sectores públicos de búsqueda de empleo.
 
Además, Barceló destacó la importancia de potenciar la ciencia, la innovación y la educación, e instó a todos los estamentos a hacer un ejercicio de responsabilidad para superar la crisis económica y financiera. En este sentido, pidió a los dos grandes partidos políticos que intenten alcanzar un consenso y aunar esfuerzos ante la situación de dificultad. Del mismo modo, sugirió al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que si no consigue llegar a un acuerdo con sindicatos y empresarios "debe tomar decisiones".
 
Sobre la eficacia de las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para inyectar liquidez, Barceló hizo una valoración "positiva" de las mismas, aunque subrayó que "no son suficientes".
 
CAIDA DEL TURISMO
 
También se refirió al descenso del consumo, que está provocando la caída de la inflación, del -0,9% en mayo, y aunque confía en que la estacionalidad del verano "ayude algo", "estamos preocupados por la 'vuelta al cole", dijo. Barceló cree que la temporada de verano será "algo peor" que el año pasado, pero "no tan mala como la temporada baja". En este sentido, calculó que el turismo caerá entre un 5% y un 10%, frente al casi 20% de los primeros meses del año, tal y como ha ocurrido en el Caribe y México, cuya temporada alta concluye ahora.
 
Sobre las previsiones para el Grupo Barceló, anunció que reducirá las inversiones en torno al 75% en 2009, al pasar de 400 millones de euros en 2008 a menos de 100 millones este año, y estimó que los resultados de este ejercicio serán "malos", incluso "peores" que los del año pasado, que "ya fueron inferiores a los 2007", explicó.
 
Por su parte, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, que se encargó de presentar al ponente, incidió en que el futuro de la empresa familiar "depende de las expectativas" que se creen. En este sentido, abogó por el diálogo de las Administraciones Públicas con estas empresas porque "no son un mero generador de dinero, sino un modo de vida".
 

Entre los asistentes también se encontraban el ex vicepresidente del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, el ex portavoz del PP en el Congreso, Angel Acebes, el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio, la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, la teniente alcalde de Madrid, Ana Botella, y el presidente de CEIM, Arturo Fernández, entre otros. 

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