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Diario YA


 

El ministro Catalá apela al art. 155 por vez primera y no pasa demasiado. Se llama normalidad constitucional

El 155 no es un “artículo florero”

Luis Losada Pescador. Hay quien piensa que la opinión pública –o publicada- debe imponerse a la voluntad popular. Otros lo llaman despectivamente “legalidad española”. En realidad no es sino Estado de Derecho: el imperio de la ley. Todo dentro de la ley; nada ni nadie fuera de la ley. La alternativa es la barbarie y la anarquía. “El respeto a la ley no es alternativa”, como le recordó SM el Rey a Artur Mas.

Todo el mundo comparte la máxima hasta que le tocan… los intereses. El general Mena glosó el art. 8 de la Constitución y fue cesado. ¿Bono? Y hasta ahora mentabas el 155 y eras “facha”. Pero ya no. El ministro Catalá ha roto el maleficio. ¡Albricias y pan de Madagascar! Por fin el 155 ha dejado de ser anatema. Por fin abandona su estatus de ‘artículo florero’.

Los padres de la Constitución ya previeron que el nacionalismo se fuera de las manos. Optaron por un régimen amplio –y ampliable- de autogobierno, pero con candado. Si el asunto se desmadraba, estaba contemplado el régimen de normalización. El 155 se redactó como un seguro: mejor no usarlo; pero si es necesario, mejor tirar de él. Y ni más ni menos es lo que ha dicho Catalá.

Los secesionistas se han quejado. Ma non troppo. Saben –como todos- que están miccionando fuera del tiesto. Aún así, el presidente del Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, trata de tapar la herida: “no me gustaría que se aplicase”. El sabrá de sus contingencias…

Esto es sólo el aperitivo de lo que espera a la vuelta del verano. El test de la Diada será una buena muestra de la división de la sociedad catalana entre los que se echan al monte y los que prefieren la normalidad institucional. Y el gobierno no va a levantar el pie del acelerador. Prefiere pactar con PNV que con Convergencia. Y sabe que la dureza frente a la indolencia es electoralmente rentable. Las generales están a la vuelta.

Probablemente para Mas ha sido un todo o nada. Desde que se envolvió en la estelada está en modo ‘suicidio en diferido’. La única manera para salvar los muebles era la lista conjunta con ERC. Abrazo del oso. Porque encima el sumatorio es menos que la suma de las partes. Y con el secesionismo en baja, según el CIS catalán. Con dos daños colaterales: el crecimiento de la CUP y de Podemos frente a una ERC unida al ‘burgués’ y el despegue de una Unió en solitario por vez primera. A Durán se le ha aparecido la Virgen…

Los que opten por la ruptura saben que enfrente hay un Estado. A poco que se lo proponga, coloca firme a quien haga falta. Aunque Mas-Junqueras declaren la independencia, el Estado tiene todos los resortes del poder: policía, Ejército y Agencia Tributaria. Todos. ¿Cuántos empresarios y ciudadanos seguirían pagando en la Agencia tributaria catalana si la Agencia Tributaria española les exige coercitivamente el pago?

El suflé se desinfla. Pero el problema existe. Y seguirá existiendo hasta que España no se sacuda los complejos como Nación y no retome el control de una educación donde se inocula el odio a España. ¿Para cuándo?

El anzuelo del pescador
Ley de Igualdad catalana. Mientras tanto, prosigue el rodillo del lobby LGTB, también en Cataluña donde se ha aprobado una ley catalana con ‘gestapo’ incluída para quienes defendemos el matrimonio. Se llama “Observatorio de la Igualdad de Género”…
Empleo. El gobierno se muestra ufano por la última encuesta de la EPA: 500.000 empleos más que al llegar al gobierno. Empleo precario, temporal y ligado al turismo. Pero empleo.
La ceja sigue de fiesta. Más de 839.000€ destina el ministerio de Cultura a la promoción de la lectura. Entre los agraciados por la ‘pedrea’, la Fundación Largo Caballero y Ginés de los Ríos. ¿Cuándo se dará cuenta el PP que no puede mantener la ‘cultura progre’?
 

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