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Diario YA


 

Editorial: "La cuarta trama"

Desde hace unos días, puede encontrarse en todas las librerías "La cuarta trama", el último libro dedicado en España a la masacre del 11-M. Se trata de un impresionante trabajo, admirablemente documentado, que sugiere una serie de conclusiones absolutamente escalofriantes. Su autor, José María de Pablo, abogado de la mayoría de las víctimas de los atentados, ofrece una amplísima información prácticamente sin incluir puntos de vista personales ni opiniones subjetivas.

Más allá de lo que cada lector pueda leer entre líneas, y de la atroz realidad que podría estar detrás del mayor atentado de la historia de Europa, es indudable que este libro obliga a retomar la investigación para que se resuelvan las muchas incógnitas que aún quedan por esclarecer y para que aquellos que deliberadamente han ocultado o destruido pruebas para evitar que se incrimine a determinadas personas paguen por esos delitos. España no puede quedarse de brazos cruzados después de conocer todo lo que José María de Pablo narra de forma espeluznante en "La cuarta trama".

Porque uno de los aspectos que más ha perjudicado el esclarecimiento de la verdad del 11-M es el sentido partidista con el que se ha interpretado cada posición al respecto. Algo tan español como hacer dos bandos (el socialista contra el pepero, el de la Cope y El Mundo contra el de El País, etc.) ha conseguido que la mayoría de los ciudadanos vean este asunto como algo lejano y cansino, tan ensuciado de manipulaciones y de intereses particulares, tan engordado con polémicas laterales, que uno termina por pensar que, simplemente, nunca conoceremos la verdad de la masacre. Que nunca sabremos quién o quiénes planearon los atentados.

La obra, que se lee de un tirón (es increíble comprobar cómo algunos abogados escriben bastante mejor que la mayoría de los periodistas), deja también en evidencia el papel de algunos agentes policiales durante las semanas y meses anteriores a la masacre, lo cual debe llenarnos a todos de inquietud y preocupación. Las Fuerzas de Seguridad del Estado deberían ser de las pocas cosas en las que la ciudadanía de verdad pudiera confiar en este país; lamentablemente, las pruebas que aporta De Pablo son tan contundentes que no dejan lugar a la ingenuidad. Por desgracia, la corrupción moral ha llegado a todas partes, casi sin excepción.

Hemos de agradecer a José María de Pablo, y a la editorial Ciudadela, el enorme esfuerzo de haber sacado a la luz un libro tan exhaustivo en la documentación y en el rigor, nada que ver con lo que otros han hecho sobre el mismo asunto. Como españoles, debemos agradecerles tan generoso empeño en buscar la verdad, en no dejar que el tiempo ahogue la esperanza de justicia de tantas familias rotas, de tantas mujeres y hombres mutilados física y moralmente. Quizá nunca sepamos la verdad del 11-M; pero ¡ay del día en que renunciemos a buscarla!

Lunes, 23 de marzo de 2009.

Etiquetas:editorial