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Diario YA


 

Editorial: "Líderes de verdad"

El mundo necesita más que nunca líderes de verdad. Ya no es necesario que esos líderes gasten botas militares o lleven un mostacho provocador. Los líderes de hoy lo son por su capacidad para ofrecer soluciones reales a problemas eternos, y a otros nuevos que genera la sociedad global. La diferencia entre un líder y un político al uso es que mientras el segundo simplemente se aferra al poder que le ha regalado una democracia por lo general adulterada, el primero sólo descansa cuando consigue lo que se propone: el bien de la mayoría.

Y Sarkozy, por si alguno todavía no se había dado cuenta, es un auténtico y verdadero líder, quizá el último que ha parido el continente europeo. Su lenguaje, su manera de abordar los problemas, su determinación…, todo nos lleva a pensar que, al margen de sus defectos (que también se han hecho evidentes en algún momento de su acción de gobierno), estamos ante un hombre que ha adquirido un compromiso con el planeta en el que vive. Un hombre que está en el poder para poder hacer cosas útiles.
 
Su discurso de anoche en la localidad de Toulon es un claro ejemplo de ello. Ahora que hay una encarnizada discusión entre liberales y pseudo-marxistas sobre si el Estado debe intervenir o no cuando se tuerce la economía capitalista, Sarkozy ha dado en el clavo con un mensaje que perfectamente puede ser calificado como “revolucionario”. Porque denuncia algunas mentiras ocultas del libre mercado, y da un toque de atención a quienes, hasta ahora, pensaban que no tendrían que asumir nunca responsabilidades por una situación tan preocupante como la que, por ejemplo, estamos viviendo en estos momentos.
 
"El 'laissez-faire', se ha terminado. El mercado todopoderoso que siempre tiene razón, se ha terminado. Hace falta sacar las conclusiones de la crisis para que no se reproduzca", dijo. "El mundo ha pasado a dos dedos de la catástrofe. Si se quiere construir un sistema financiero viable, es una prioridad moralizar el capitalismo financiero". "Estoy convencido de que el mal es profundo y de que hace falta revisar todo el sistema financiero y monetario mundial, como se hizo en Bretton Woods tras la Segunda Guerra Mundial", advirtió Sarkozy. El que quiera entender, que entienda.
 
Y siguió: “Sucede que el mercado se equivoca, la competencia es ineficaz o desleal, por lo tanto es necesario que el Estado intervenga, imponga reglas y participe y se retire cuando su intervención no sea necesaria". No es necesario seguir. A los integristas del liberalismo les habrá escocido, pero tiene más razón que un santo. El presidente de Francia ha vuelto a demostrar que su país apostó por volver a estar en la vanguardia política del Viejo Continente cuando le dio la mayoría en las urnas.

Viernes, 26 de Septiembre de 2008.

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