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Diario YA


 

Del escrache a la escolta

Pablo Alejandre Calviño. Lo profundamente contradictorio, aunque comprensible, es que Pablo Iglesias ha pasado de promover y celebrar escraches, y de emocionarse cuando linchan a un policía, a pedir que esos mismos agentes "de una institución burguesa que protege los intereses de la clase dominante" le den escolta y vigilen su propiedad privada.

Lo inaceptablemente escandaloso, a duras penas asumible, es que la reforzada seguridad de la persona y los bienes de este adinerado y excéntrico comunista que vive como un capitalista opulento nos cuesta ahora a los españoles, entre dimes y diretes, camino del medio millón de euros al año.

Ahora bien, lo verdaderamente lamentable, patético, pero sobre todo aciago, es que su electorado sea tan miope y esté tan adoctrinado que volverán a votarlo, pues no es ya que le perdonen su fabulosa incoherencia y el injustificado e inmerecido dineral que nos cuesta, sino que, muy probablemente, ni siquiera se dan cuenta de ello.

 

Etiquetas:Pabli Iglesias