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Diario YA


 

Cómo las artes marciales pueden ayudar a tu hijo a hacer deporte y aprender importantes valores

Entre las razones más populares por las cuales las artes marciales se recomiendan como excelentes actividades para los niños, las siguientes son las que -además de obtener el voto popular- están avaladas por los profesionales de la salud:
 
Se volverán más activos
Esta es la razón obvia por la que los niños deberían practicar artes marciales hoy en día: para mantenerse activos y en movimiento, ya que la obesidad y el sedentarismo son dos epidemias que avanzan de manera implacable día a día sobre nuestra sociedad.
El problema es particularmente alarmante en lo que respecta a nuestros hijos: los programas juveniles de deportes y educación física son buenos, pero no todos los niños son atletas y muchas escuelas ya no ofrecen un programa adecuado de educación física.
Las artes marciales ofrecen muchos beneficios, pero cuando se trata de la aptitud, convertirse en un verdadero artista marcial significa convertirse en una persona sumamente en forma.
 
Ganarán confianza y respeto en sí mismos
La escuela de artes marciales correcta enseñará a los niños que no hay tipos duros. Todo artista marcial finalmente aprende este sentido de respeto y confianza verdadera. Los niños aprenderán que la confianza y el respeto por los demás proviene de un profundo sentido de autoconocimiento.
 
Aprenderán a Respirar
Los expertos en artes marciales aseguran que se puede decir cómo alguien lucha simplemente observando cómo respira.
De hecho, nada es más esencial para el éxito de la forma en que movemos nuestro cuerpo que la respiración. Los atletas profesionales, actores y bailarines saben que para tener éxito en cualquier oficio físico es necesario ante todo respirar correctamente.
 
En las clases de artes marciales se enseña la esencia de cómo respirar e incluso relajarse bajo presión.
 
Conectarán su cuerpo y su mente
A un artista marcial se le enseña a ver, sentir y escuchar, tanto interna como externamente. Aprovechar la intuición, el miedo y el coraje son ejemplos de poder poner lo físico junto con lo mental. ¿Con qué frecuencia hemos escuchado la frase "estar paralizado por el miedo"? En la práctica de artes marciales se enseña a ser capaz de combatir tal cosa.
 
Aprenderán a encontrar el enfoque y la quietud
De los muchos desafíos que enfrentamos en la actualidad, uno es que estamos constantemente conectados. Desafortunadamente, la quietud y el silencio parecen ser raros de encontrar.
Como señaló Bruce Lee, detrás de los golpes, patadas y rodillas, un verdadero artista marcial aprende a sentarse consigo mismo y ver dónde están sus debilidades. En los estudios de artes marciales no hay música alta ni televisores, solo trabajo duro y equidad. Como artistas marciales, los niños aprenderán lo que es estar quietos, en silencio y enfocados.
 
Aprenderán a resolver conflictos y a defenderse en caso de que sea necesario
Una de las primeras lecciones que enseñan las artes marciales es que las palabras nunca son motivo de pelea. En las artes marciales se aprende que no hay palabras para "pelear". En cambio, se aprende a responder sin reaccionar de manera negativa o agresiva.
 
Sin embargo, dada la necesidad, las artes marciales también enseñan a defenderse. La capacidad de defenderse contra un atacante es una sensación de empoderamiento. La mayoría de las artes marciales usan la autodefensa como una piedra angular de todo el programa, aunque antes de enseñar técnicas de ataque, enseña técnicas inteligentes para ayudar a los niños a evitar los problemas por completo.
 
Aprenderán a respetar al prójimo
Las artes marciales tienen que ver con el respeto. Perforar, patear, lanzar y bloquear son todos secundarios al respeto que se muestra desde el momento en que se entra en un dojo. Los niños aprenden a inclinarse ante los maestros que vinieron antes que ellos, y ante sus instructores actuales. También aprenden a tratar a otros estudiantes como desean ser tratados. Los instructores de artes marciales de calidad presionan sobre el tema del respeto con regularidad e instruyen a los estudiantes a practicar tanto el respeto por sí mismos como el que merecen padres, maestros y compañeros.