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Cómo enfrentarse a una entrevista de trabajo

Una entrevista de trabajo es siempre un reto para cualquier persona que se enfrenta a ella, aunque ya tenga mucha experiencia en estas lindes. Los consejos para afrontar este tipo de experiencias son siempre bienvenidos, y en Modelocurriculum.net ayudan a preparar a fondo esta actividad. En Modelocurriculum.net puedes leer más sobre aspectos relacionados con el empleo y la formación laboral. Según este portal, la preparación de la entrevista de trabajo resulta clave para tener opciones de acceder a un buen empleo, de ahí que nos interesemos por esta idea y profundicemos en este tema, cómo abordar una entrevista de trabajo.

La estructura de la entrevista de trabajo
En cualquier proceso de selección de candidatos para una oferta de empleo, los responsables de esta actividad, normalmente responsables de recursos humanos, evalúan a los candidatos en función de una serie de áreas determinadas e inciden en unos aspectos más que en otros, dependiendo de la actividad y el puesto para el que se aspira.
Esto obliga a los candidatos a repasar  los datos y detalles que figuran en su propio currículum, con el fin de poder responder con soltura a todas las cuestiones que se planteen durante la entrevista. Como es lógico, para afrontar estas preguntas con garantías es imprescindible mostrarse sincero en el currículum y no añadir falsos méritos que pueden ser fácilmente desmontables por los entrevistadores.
En el desarrollo lógico de la entrevista de trabajo, el entrevistador en primer lugar querrá saber más sobre los conocimientos del candidato y para ello hará preguntas relacionadas con el itinerario académico, las razones que le llevaron a optar por esa formación, su grado de satisfacción y si existen proyectos de seguir formándose en el futuro.
Más adelante llegarán las preguntas que tienen que ver con la trayectoria profesional. En esta fase, es importante hablar sobre resultados específicos, logros conseguidos, más que describir las experiencias laborales.
De manera transversal durante toda la entrevista, el interlocutor de la empresa va a intentar pronosticar el posible rendimiento potencial del candidato en la empresa a futuro, algo para lo que resulta aconsejado mostrarse motivado. Hasta tal punto la motivación es importante que, en ciertas ocasiones, una motivación suficiente puede suplir deficiencias de formación o experiencia.
Una última fase que siempre se repite en las entrevistas de trabajo es la autoevaluación. Básicamente consiste en que el entrevistador solicita al entrevistado una descripción de sí mismo, en la que muestre sus puntos fuertes y débiles, para establecer su grado de conocimiento y satisfacción personal.  Es importante que el candidato no ensalce en demasía sus puntos fuertes y que sepa convertir sus puntos débiles en fortalezas, pero sin que parezca algo fingido.

Prepararse ante una entrevista de trabajo
Todas las entrevistas de trabajo son complicadas, pero la más dura sin duda es la primera. Desde Modelocurriculum.net ofrecen algunas claves para superar tu primera entrevista. Si estás a punto de dar el salto al mundo laboral, prepárate así , con ayuda de este portal que muestra algunos pasos a seguir para llegar confiado a esta cita y lograr así más opciones de conseguir el empleo.
De cara al encuentro con el entrevistador y la empresa, es importante conocer de antemano estar informado sobre la organización: sus valores, sus productos y marcas, sus competidores o sus clientes. En este sentido, Modelocurriculum.net insiste en que esta es una buena práctica para preparar tu entrevista, para saber cómo contestar a las preguntas, investiga el entorno laboral y esto te será de utilidad para llegar con más confianza a la entrevista de trabajo.
Otro aspecto fundamental es acudir a la entrevista con las ideas claras con respecto a los objetivo profesionales, de forma que sepas explicar los fundamentos de tu elección, por qué has optado por solicitar un puesto en esa empresa y no en otra, o por qué apuestas por una pyme o una gran empresa para iniciar una carrera profesional. La seguridad en uno mismo es otro aspecto que valoran positivamente las empresas, siempre y cuando esa seguridad en uno mismo no sea sinónimo de ciertos aires de grandeza y arrogancia.

La imagen y la comunicación verbal y no verbal
Dejando a un lado los aspectos formativos y puramente curriculares, en una entrevista de trabajo, tanto la imagen como la capacidad de comunicar son también muy importantes. Con respecto a la comunicación no basta únicamente con expresarse de manera correcta, sino que hay que medir la cantidad de mensaje, sin pasarse en las respuestas pero tampoco sin quedarse corto, y por supuesto mostrando seguridad en uno mismo y autoconfianza.
El tono de conversación debe ser neutro, cercano pero respetuoso, no muy monótono pero sin llegar al exceso de energía. Como entrevistado, has de interpretar bien qué preguntas requieren una respuesta elaborada y cuáles están realizadas para obtener una respuesta más concisa.
Mención aparte, pero igualmente relevante, merece la comunicación no verbal. Según leemos en la web Universia, el 93% de la información que se transmite se expresa mediante la comunicación no verbal. Por comunicación no verbal entendemos todos aquellos procesos comunicativos en los que, en lugar de palabras, se hace uso del lenguaje corporal, la postura, el tono, la vestimenta, etc.
La vestimenta guarda mucha relación con la imagen. Es importante cuidar al máximo la higiene, el aspecto y la indumentaria. Los reclutadores valoran de forma muy negativa a las personas poco aseadas, que huelen a tabaco o alcohol o que lucen símbolos religiosos o controvertidos. Tampoco es recomendable acudir a una entrevista de trabajo con un look descuidado o que no se adapte al estilo de la empresa.
¿Significa esto que hay que ir siempre vestido de traje y corbata o con un look de etiqueta? No, aunque va a depender en cada caso de la empresa, si existe algún código de vestuario. En este sentido, es aconsejable pasar unos días antes hasta la empresa para saber cómo van vestidos el resto de trabajadores.
Un aspecto demasiado elegante, o por el contrario una imagen muy deportiva o extravagante, que no se adecúe al estilo de la empresa, puede generar perjuicios en el entrevistador. En la mayoría de casos, lo más apropiado es optar por una indumentaria neutra: pantalón oscuro, camisa clara, zapatos cerrados y peinado discreto.