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Tiene un punto de tragicomedia que Mariano Rajoy vaya a ser investido de nuevo presidente del Gobierno justo en estas fechas de los santos y los difunto

Aquí huele a muerto

Rafael Nieto, director de Sencillamente Radio, en Radio Inter. Tiene un punto de tragicomedia que Mariano Rajoy vaya a ser investido de nuevo presidente del Gobierno justo en estas fechas de los santos y los difuntos. La verdad es que el Sistema es ahora mismo lo más parecido a un zombie: sigue caminando, pero más que nada por inercia, porque todos sabemos que está bastante muerto. Y no lo hemos enterrado todavía sin duda porque aún no hemos ideado entre todos otra forma de ser gobernados no sólo más democrática, sino sobre todo más eficaz en la resolución de nuestros numerosos problemas como pueblo.

Lo del Congreso estaba cantado. Hubo 15 abstenciones socialistas, pero la gestora que preside de facto Javier Fernández, y en la sombra Susana Díaz con Felipe González, ya había decidido que la mayoría de diputados del PSOE se debían abstener para facilitar el nuevo gobierno del PP. Rajoy suma los diputados de su grupo, los de Ciudadanos, el de Coalición Canaria y esa forma de apoyo un tanto sui géneris, sin precedentes hasta ahora en la democracia española: la abstención del que se supone es, todavía, el principal partido de la oposición.

Pero..., ¿cómo se puede hacer una oposición libre, lo suficientemente dura, con capacidad para plantear en un momento dado una moción de censura, cuando uno ha facilitado la formación del Gobierno con su abstención? Difícil papeleta la que le espera al PSOE en esta legislatura, sobre todo teniendo en cuenta que la extrema izquierda radical de Podemos sí va a tener no sólo las manos libres, sino autoridad moral para hacer críticas y reproches, sin el estigma de haber permitido que gobierne la derecha. La derecha que, conviene no olvidarlo, ha ganado las elecciones en diciembre y en junio.

Ya tenemos Gobierno, ya se acabó el bloqueo. Y ahora, ¿qué? ¿Puede gobernar un partido con 170 diputados afines y con el resto de la cámara en contra? ¿Se puede salir de la crisis sin poder decidir libremente, teniendo que pactar todos los días con partidos que, en principio, tienen muy distinta manera de entender la política y de entender España? Conviene recordar que Albert Rivera dijo en campaña que jamás facilitaría con sus votos un Gobierno de Mariano Rajoy. Esa decisión varió gracias al acuerdo firmado entre ambos partidos. Pero la pregunta es: ¿es Rivera un socio de Gobierno fiable para el Partido Popular?

Es necesario recordar que el PP de Rajoy ha incumplido un porcentaje alto de su programa electoral durante los cuatro años que ha gobernado con mayoría absoluta. Que los ciudadanos siguen notando las consecuencias de la crisis y de los recortes. Que el empleo crece a un ritmo demasiado lento, y que Bruselas sigue exigiendo a España que realice ajustes económicos que, no lo duden, recaerán de nuevo sobre las espaldas de los trabajadores y sobre los ahorros de las familias. ¿Va a poder hacer el PP con mayoría simple lo que no quiso o no supo hacer cuando tenía mayoría absoluta?

Tampoco negaremos que, con esta reválida de Rajoy, España se libra de momento de estar gobernada por una izquierda que, se mire por el lado del PSOE, o se mire por el lado de Podemos, es lo bastante impresentable como para que la mayoría de los españoles le dé la espalda. Patético y bochornoso el espectáculo de los socialistas, pasando del "no es no" a esta extraña operación palaciega conducente a la abstención, y de vergüenza el partido de Pablo Iglesias, siempre al lado de los violentos (como los que han rodeado el Congreso), siempre justificando a terroristas y delincuentes, siempre en posiciones tendentes al totalitarismo del que proceden ideológicamente. Ahora que nos viene Halloween, hemos de proclamar que el PSOE es un cadáver y que Podemos es una metáfora perfecta de la muerte de este Sistema caótico, inútil y ya inservible.

Si tuviésemos que hacer un resumen de la investidura, diríamos claramente que Rajoy los ha derrotado a todos por aburrimiento. Y si tuviésemos que dar un diagnóstico clínico sobre el Sistema, diríamos que entre todos lo mataron y él solito se murió.

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