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Diario YA


 

Entrevista con Rafael López-Diéguez, Secretario General de Alternativa Española, candidato al Parlamento Europeo

“En esta campaña sólo AES menciona y defiende la herencia cultural cristiana de Europa”

Javier Álvarez. 2 de junio. Coinciden todos los medios en el hecho sustancial de que el gran ausente de la campaña electoral al Parlamento Europeo ha sido el tema de Europa. Tanto populares como socialistas, enfrascados en un socorrido “y tú más”, buscando la movilización de su electorado más comprometido, azuzando el miedo al otro, han preferido obviar la cuestión Europea. Rafael López-Diéguez, Secretario General de Alternativa Española, candidato por AES al Parlamento Europeo, ha repetido en todas y cada una de sus intervenciones que Mayor Oreja y López Aguilar han rehuido el debate sencillamente porque están de acuerdo, porque su modelo para la UE es el mismo, el del Tratado de Lisboa.

Curiosamente ha sido un partido no parlamentario, que está recibiendo inesperados apoyos, AES, el que ha planteado con rigor la cuestión europea y la ha llevado a sus actos. Prácticamente al cierre de la campaña hemos querido traer a nuestras páginas la opinión de Rafael López-Diéguez.

Lo primero que nos gustaría saber es ¿Cómo ha sido la campaña de AES? ¿Hasta dónde ha llegado Alternativa Española?

Más allá del límite de nuestras propias fuerzas. El otro día un medio afirmaba que el principal activo de AES en estas elecciones era su organización. Así ha sido. Si excluimos a los grupos parlamentarios, y aún teniendo en cuenta a alguno de ellos, AES ha sido el único partido que ha estado en campaña prácticamente en toda España. Una campaña que para nosotros se abrió en abril. Hemos recibido cientos de ofrecimientos para actuar como apoderados, como voluntarios de AES. Lo que demuestra que, poco a poco, estamos creciendo, penetrando en la sociedad.

Ustedes se presentan como un partido socialcristiano. ¿Es esa la mejor definición de AES?

Esa es la definición de AES. Somos un grupo político comprometido con nuestro Credo. Lo he repetido muchas veces, no somos políticos católicos, como lo pueda ser el señor Mayor Oreja. Somos católicos en política. Estamos en la vida pública para defender los principios innegociables, ese mínimo incuestionable que indica Su Santidad Benedicto XVI. Socialcristianos porque edificamos nuestra construcción ideológica desde la Doctrina Social de la Iglesia. Y no tenemos ningún tipo de complejo a la hora de decirlo.

Pero, el señor Mayor Oreja, por ejemplo, también se presenta como un político católico…

Un político católico, como es el caso del señor Mayor Oreja, puede al mismo tiempo decir que el aborto es un asesinato, como hizo la otra noche ante el señor López Aguilar, pero, a renglón seguido defender como representante de su grupo la actual Ley del Aborto, aunque personalmente afirme estar en contra de ella.

Un político católico puede mostrarse alarmado porque la ley vaya a permitir abortar a niñas sin permiso paterno, pero no escandalizarse porque aborten con dicho permiso. El problema no es el permiso es el aborto.

Un político católico, como es el caso de muchos políticos populares, puede estar contra el aborto y mirar para otro lado cuando estando en el poder se producen más de 500.000 abortos, se legaliza la Píldora abortiva o se firman conciertos con las clínicas abortistas.

Un político católico, como es el caso del señor Mayor Oreja, puede, como estoy seguro que lo cree, afirmar la validez de las raíces cristianas de Europa, pero, al mismo tiempo, evitar defenderlas en el programa europeo del PP.

En este sentido tengo que resaltar, como dato interesante, y no lo digo yo, el informe que han hecho “Profesionales por la Ética” en el que se dice: “en lo que se refiere a la libertad religiosa, llama la atención la nula importancia que a la defensa de este derecho confieren la mayoría de los partidos. Sólo AES menciona y defiende la herencia cultural cristiana y la defiende. El PP claramente omite propuestas en este sentido que sí expresa el Partido Popular Europeo”.

Un político católico subordina lo segundo a lo primero. Nosotros como somos católicos en política defendemos lo absoluto. En el caso del aborto su abolición y no el consenso sobre la reforma de la ley o la actual ley.

Alternativa Española, en esta campaña, está consiguiendo numerosos apoyos, tanto en España como fuera de España. ¿A qué cree que es debido? ¿Qué importancia tienen?

Sería excesivo afirmar que hemos ruto el muro del silencio. Ciertamente, algunos periodistas y algunos medios, especialmente los digitales, han descubierto lo que AES es y no la falsa imagen que a veces se pueda tener de Alternativa Española. Se han fijado en lo que decimos y han visto que se trata de opiniones coherentes y válidas. Soluciones, pero de verdad, a lo más diversos temas. No importa que AES no sea un partido de gobierno, o que sea un grupo extraparlamentario. AES da su opinión de forma fundamentada. Creo, sinceramente, que están cayendo esos clichés, esas etiquetas fáciles que sólo tienen como finalidad la descalificación.

Precisamente por ello un conjunto de notables han decidido firmar una declaración apoyando nuestra candidatura; por ello nos ha brindado su apoyo alguien del peso histórico de Annelise Poppinga de la fundación Konrad Adenauer; o el eurodiputado conservador Daniel Hannan que ha pedido el voto a los británicos residentes en España con derecho a voto para AES. Y entiendo que no ha sido fácil este compromiso a favor de un grupo como el nuestro. Pero quiere decir que nos ven como una alternativa real y posible.

Vayamos al tema europeo, porque ustedes sí han abordado este tema en la campaña. ¿Cuál es su modelo de Europa?

Creo que es necesario recapitular. AES, desde sus inicios, ha tenido una vocación europeísta. El problema es que la Europa que nos quieren imponer no nos gusta. Nosotros fuimos el grupo disidente que hizo campaña por el No al fracasado Tratado Constitucional Europeo. Lo hicimos desde la razón, con un informe sobre el Tratado que fue reproducido por grupos de izquierda y de derecha. A mí, personalmente, me invitaron a intervenir en Bruselas ante el Grupo de Eurodiputados por el NO. Después también nos manifestamos contra el Tratado de Lisboa.

El actual modelo de la UE, que defienden PP y PSOE, el del Tratado de Lisboa, es profundamente antidemocrático. Lo es en origen, porque un Tratado al que se le quiere dar rango constitucional no es refrendado directamente por los ciudadanos, para evitar que lo rechacen. Lo es en su desarrollo porque va a impulsar la creación de una superestructura de gobierno, meramente burocrática, bajo el control de una Comisión que tampoco es elegida.

El actual modelo de la UE, además, resulta costosísimo y limita la soberanía de los Estados, tanto nacional como económica o moral.

¿Entonces?

Nosotros entendemos que es preciso reformular la UE. Algo que se está proponiendo desde el debate sobre el Tratado Constitucional. Es evidente que el actual modelo no tiene el respaldo de las personas. De ahí las bajas cifras de participación que se estiman en las elecciones. Proponemos volver a los orígenes, al proyecto de los fundadores Shcuman, Adenauer, De Gasperi. Una Europa como espacio de cooperación respetuosa con la soberanía de los estados. La “Europa de las Patrias”.

Esa Europa demanda la recuperación de soberanía por parte de los Estados. Soberanía que además es económica y moral. La UE no puede convertirse en un dictador que obligue a cambiar la identidad moral de los Estados tal y como se pretende; que nos obligue a todos a ser abortistas, a tener eutanasia, a admitir la manipulación de los embriones, a desarrollar la eugenesia o a que nuestros hijos cursen Educación para la Ciudadanía. En la UE predomina, pese a que el Partido Popular Europeo tenga mayoría, la ideología progresista y laicista agresiva, la misma que anima la ingeniería social de José Luis Rodríguez Zapatero.

El Tratado de Lisboa, teóricamente, se asienta en los Estados…

Sí y no. El Tratado de Lisboa es una puerta hacia la desmantelación de los Estados, lo que no es lo mismo. Es un punto de partida hacia más cesiones de soberanía. Fíjese que todos, desde el PP al PSOE pasando por la UPyD, piden “más Europa”. También lo piden los nacionalistas, a los que también les gustan las hechuras del traje. Ahí tiene el programa del PNV que muestra cómo se puede puentear al gobierno español para establecer relaciones directas con la UE. Vamos a una progresiva reformulación de Europa en regiones. Por ejemplo, la UPyD pide que se avance en la regionalización, lo que parece un contrasentido con las posiciones que sostiene en España.

Todo esto no se ha debatido en la campaña ¿Por qué?

La respuesta es sencilla. Por un lado, porque no existen diferencias importantes entre PP y PSOE. Por otro, porque a los dos partidos les interesaba plantear las elecciones en clave nacional. A modo de primarias o referéndum. Unos para echar a Zapatero y otros para que permanezca Zapatero. En este sentido se han retroalimentado. La imagen que el PSOE ha dado del PP le venía bien a éste para movilizar al electorado más hostil contra el presidente del gobierno, para que no pesaran otras consideraciones. La imagen que el PSOE ha dado de si mismo, acentuando su extremismo ideológico en materias de Vida, Familia, Moral le permite evitar la fuga de votos hacia otras opciones de izquierda y al PP divulgar la imagen del “miedo a la izquierda”.

Sin embargo, según todas las encuestas, más de la mitad de la población no irá a votar.

Lógico. Es lo que han buscado. Les basta con polarizar sólo a una parte del electorado y mandar a la abstención a los sectores más críticos o descontentos. Yo tengo que decirles que la abstención no sirve para nada, no se tiene en cuenta. No es más que una pequeña nota a pie de página, después sólo cuentan los resultados, los escaños. Los españoles tienen la oportunidad el día 7 de ser efectivamente libres, de acudir a las urnas a votar a favor de sus Ideas, de sus Principios, de sus Valores. No a votar en contra de Zapatero o de Rajoy, porque hasta en eso han falseado las elecciones ya que parece que ellos sean los candidatos.

Las elecciones europeas, al ser de circunscripción única, son una oportunidad para dar voz a un grupo que, como nosotros, como Alternativa Española, defienda principios innegociables como la Vida, la Familia, nuestras Raíces cristianas, la soberanía nacional, el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos…

Ahora le toca decidir a las personas y no a los ciudadanos. 

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